Este testimonio terminó por derrumbar la estrategia de la defensa de los imputados Acosta y Mancilla por el crimen de Juan Carlos Lucena, la cual apuntaba a mostrar que no estaban conscientes al momento del hecho por su grado de intoxicación.
RIO GRANDE.- Los imputados Facundo Mancilla y Javier Eduardo Acosta señalaron, ante la abrumadora prueba en su contra, que esa tarde del 20 de enero tomaron alcohol con pastillas de Alplax y que no recuerdan nada de lo sucedido.
Ante ello su defensor sostuvo que no iban a cuestionar la materialidad del hecho en los dos detenidos, sino el grado de imputabilidad que podían tener, pero el testimonio del perito psiquiatra Rípoli, del Poder Judicial, fue contrario a esa expectativa.
La causa ya contaba con un dictamen del otro perito psiquiatra, el Lic. Pérez Artazo, quien consideraba imputables a ambos detenidos; pero ante su licencia y estar fuera de la provincia, Rípoli evaluó a los dos imputados en sus indagatorias.
Y en su testimonial de ayer aseguró contundentemente que “el cuadro de amnesia me parece poco creíble, más como está presentado. Esa amnesia en un cuadro de intoxicación es difícil de pensar”, en relación al largo período de olvido total de las cosas que plantean ambos imputados.
El testigo perito refirió que debieron tener “un flashback o imágenes que se recuperan con el tiempo”, dijo dudando de sus dichos “por la carga expresiva y la forma de expresar, es difícil pensar que no hubo comprensión de los hechos”, aseveró.
El defensor oficial Gustavo Ariznabarreta, por su parte, intentó sostener un plan alternativo de “estrechez de la conciencia” con reflejos disminuidos de parte de los imputados, pero encontró poco sostén en los dichos del perito quien, además, analizó los hechos indicados por cámaras de seguridad y testigos respecto de algunos actos de los imputados, previos y posteriores al crimen.
El tribunal concluyó con esto la etapa de testimoniales y pasó a un cuarto intermedio hasta el martes, en que se conocerán los alegatos de las partes.