Con los referentes del último campeonato del mundo a la cabeza, los jugadores de la Confederación Argentina de Futbol de Salón se revelaron ante la prensa y piden por la renuncia de Pedro Bonnettini al mando de la presidencia de la institución que nuclea al futsal federado de nuestro país.
USHUAIA.- El seleccionado argentino, con Chelo Mescolatti y Ariel Avvedutto a la cabeza, salió a blanquear ante la prensa distintas situaciones vividas durante muchos años y piden por una nueva dirigencia en un año bisagra, donde volvieron a consagrarse campeones del mundo.
Según pudo saber este medio, la situación quedó expuesta en el último Congreso de la CAFS cuando Ariel Avveduto -entrenador campeón del mundo con Argentina en Misiones 2019- irrumpió a la charla de los dirigentes pidiendo por la salida de Bonnettini acompañado de referentes de la Metropolitana.
Esta historia se prendió fuego tras el famoso partido amistoso programado para la Selección Argentina frente a un combinado de Esperanza, Santa Fe. Un encuentro que se llevó a cabo, pero con un equipo sumamente alternativo y donde ninguno de los doce campeones en Misiones estuvo presente.
Si bien la gran mayoría de los dirigentes defendió a Bonnettini, sobre todo los patagónicos, ahora son los jugadores más experimentados quienes se plantaron y dicen basta.
Los mismos que el domingo 7 de abril festejaban el título de campeones del mundo hoy empezaron una batalla sobre la conducción de la Confederación Argentina de Fútbol de Salón donde básicamente piden por la renuncia de su presidente Pedro Bonnettini.
Y desde hace varios días, los jugadores decidieron expresarse a través de las redes sociales con la frase “Basta, el futsal es de todos los jugadores”.
El plantel albiceleste, encabezado por su capitán Marcelo Mescolatti, habló con el medio especializado Futsal de Primera y contó qué es lo que está pasando, cuáles fueron los causas que los llevaron a esta situación que viene desde hace años y que ahora parece tener su punto final.
“Llegó el momento de decir basta. Sufrimos un nuevo destrato los jugadores de la selección y ese partido fue la gota que rebasó el vaso. Yo estoy en la selección desde el 2007 y siempre pasó lo mismo. Dejamos pasar muchas cosas y con el paso de los años, nos siguen haciendo lo mismo. Siguen jugando con la ilusión de los jugadores con las excusas de que no hay recursos ni presupuestos. Pero todos sabemos del crecimiento que ha tenido el futsal desde ese año y nos damos cuenta de que nos mienten en la cara”, dijo.
Y agregó que “se guardan los recursos y no los vuelcan en la selección y no hablo de dinero para los jugadores. Hablo de condiciones dignas para un deportista como tener un buen colchón para dormir, una buena alimentación, tener ropa, que no te mientan en la cara, que sean directos. Hay un destrato y una falta de respeto para con el jugador y nunca ha cambiado y eso viene porque juegan con las ilusiones de los jugadores”.
“A muchos nos ha pasado de tener miedo de hablar y que luego no te vuelvan a convocar y ellos juegan con esa amenaza no solo con nosotros sino también con dirigentes. Hay muchos dirigentes que están a favor de nosotros y de un cambio real por mejorar el fútbol de salón, pero se callan por miedo, por amenazas del presidente de CAFS que se maneja de esa manera. Ha amenazado a jugadores con supuestas sanciones, a los dirigentes con bajadas de líneas y entonces no se animan a hablar. Los jugadores levantamos la bandera y dijimos que es momento de un cambio. Queremos un modelo de gestión nueva y para eso se necesitan nuevos dirigentes, pero no se puede seguir con este mismo modelo que viene desde hace 25 años autoritario y monárquico”, sentenció.
Uno de los puntos fuertes del reclamo se relaciona con el último Mundial en Misiones, cuando se generó el conflicto con las entradas por jugador para que sus respectivos familiares puedan ingresar: “Hemos estado siempre abiertos al diálogo, hemos bajado muchas veces la cabeza para salvar la imagen de la CAFS, siempre a disposición del deporte y soportando injusticias no solo en concentraciones sino también en amistosos y sobre todo durante el mundial. Durante el torneo vivimos situaciones que la gente nunca supo y estuvimos peleando en la tribuna a 40 minutos de que empiece el partido para que dejen entrar a nuestras familias. Nos daban dos entradas por jugador y no cumplieron con eso. Tuvimos que interceder sobre la seguridad del estadio para pedirles que los dejaran pasar. Hubo partidos en que nuestras familias vieron los partidos de pie porque los dejaron entrar a último momento”, sintetizó.
Antes de concluir analizando: “Esto hay que hacerlo en consenso y entre todos buscar la mejora. Y no bajo la presión, ni el hostigamiento psicológico de llegar al límite. El jugador debería estar en la concentración pensando en lo deportivo y no pensando en esas cosas. Y mucho menos en un mundial, eso fue desgastante para nosotros”.
Sin dudas, una lucha que no será fácil, pero que de una vez por todas deja entrever ante el público la realidad de una cuestión sin solución y que atenta con el crecimiento a futuro.