Se pretende el almacenamiento y reciclado de estos materiales fuera de uso y que se disponga un manejo especial, dentro de un plan de gestión ambiental diferenciado del resto de los residuos
USHUAIA.- Desde el Partido Verde promueven un programa de gestión ambiental para garantizar el tratamiento diferenciado de pilas y baterías en desuso.
“En el mercado local –Argentina- están utilizándose más de 15 millones de pilas y acumuladores por mes. Más de la mitad del volumen termina siendo depositado en los rellenos sanitarios de manera descontrolada”, se alertó en la fundamentación del asunto que será analizado por la Comisión de Ambiente del Parlamento.
El Partido Verde propone considerar residuos sólidos urbanos a las pilas y baterías para garantizar una gestión ambiental con manejo especial diferenciado del resto de los residuos.
La intención es generar una toma de conciencia de la población respecto de la adecuada gestión de residuos, asignar responsabilidades específicas a los distribuidores, comercializadores y demás actores implicados en la comercialización; prevenir y minimizar los riesgos, impactos negativos significativos y daños al ambiente o la salud y finalmente reducir en su mayoría la disposición final en los rellenos sanitarios.
El proyecto de ley presentado en la Legislatura dispone la creación del registro del Centro de Recolección Selectiva donde se ubicarán los contenedores de Pilas y Baterías Fuera de Uso (PBFU), que luego deberán ser trasladadas a los centros de acopio para que se revaloricen o se les otorgue la disposición final según lo establecido por la legislación vigente.
“La peligrosidad de los tóxicos que contienen las pilas y baterías –explica el proyecto de ley- ha generado que se tomen medidas especiales en muchos países, tales como la reglamentación del contenido máximo de metales pesados como mercurio, plomo y cadmio; admitidos en pilas y baterías del tipo carbón-cinc y alcalinas (las de mayor circulación en los sistemas portátiles) y la implementación de sistemas de recolección diferenciada y posterior tratamiento para evitar que se desechen las pilas con los residuos domiciliarios. Cuando se produce el derrame del electrolito contenido en las pilas éste arrastra los metales pesados que la conforman. Estos metales pueden lixiviar a través del suelo y fluir por cursos de agua y acuíferos, contaminando el recurso natural y afectando la salud de los seres vivos”.
En tanto también caracterizó el residuo de baterías del sistema automotor, según un estudio de la UBA, “sólo se recicla un 6% en forma controlada y el restante 94% queda en poder del mercado informal, lo que genera un peligro patente de contaminación al ambiente y a la población, señalaron los investigadores del estudio”. Así, se estima en el proyecto de ley que los elementos acumuladores contienen electrolito ácido y el plomo. Y describe: “El primero es corrosivo, tiene alto contenido de plomo disuelto y en forma de partículas y puede causar quemaduras en la piel y en los ojos. En tanto, el plomo es altamente tóxico para la salud humana, ingresa al organismo por ingestión o inhalación y se transporta por la corriente sanguínea acumulándose en todos los órganos, especialmente en los huesos”.
Se pretende el almacenamiento y reciclado de estos materiales fuera de uso y que se disponga un manejo especial, dentro de un plan de gestión ambiental diferenciado del resto de los residuos
USHUAIA.- Desde el Partido Verde promueven un programa de gestión ambiental para garantizar el tratamiento diferenciado de pilas y baterías en desuso.
“En el mercado local –Argentina- están utilizándose más de 15 millones de pilas y acumuladores por mes. Más de la mitad del volumen termina siendo depositado en los rellenos sanitarios de manera descontrolada”, se alertó en la fundamentación del asunto que será analizado por la Comisión de Ambiente del Parlamento.
El Partido Verde propone considerar residuos sólidos urbanos a las pilas y baterías para garantizar una gestión ambiental con manejo especial diferenciado del resto de los residuos.
La intención es generar una toma de conciencia de la población respecto de la adecuada gestión de residuos, asignar responsabilidades específicas a los distribuidores, comercializadores y demás actores implicados en la comercialización; prevenir y minimizar los riesgos, impactos negativos significativos y daños al ambiente o la salud y finalmente reducir en su mayoría la disposición final en los rellenos sanitarios.
El proyecto de ley presentado en la Legislatura dispone la creación del registro del Centro de Recolección Selectiva donde se ubicarán los contenedores de Pilas y Baterías Fuera de Uso (PBFU), que luego deberán ser trasladadas a los centros de acopio para que se revaloricen o se les otorgue la disposición final según lo establecido por la legislación vigente.
“La peligrosidad de los tóxicos que contienen las pilas y baterías –explica el proyecto de ley- ha generado que se tomen medidas especiales en muchos países, tales como la reglamentación del contenido máximo de metales pesados como mercurio, plomo y cadmio; admitidos en pilas y baterías del tipo carbón-cinc y alcalinas (las de mayor circulación en los sistemas portátiles) y la implementación de sistemas de recolección diferenciada y posterior tratamiento para evitar que se desechen las pilas con los residuos domiciliarios. Cuando se produce el derrame del electrolito contenido en las pilas éste arrastra los metales pesados que la conforman. Estos metales pueden lixiviar a través del suelo y fluir por cursos de agua y acuíferos, contaminando el recurso natural y afectando la salud de los seres vivos”.
En tanto también caracterizó el residuo de baterías del sistema automotor, según un estudio de la UBA, “sólo se recicla un 6% en forma controlada y el restante 94% queda en poder del mercado informal, lo que genera un peligro patente de contaminación al ambiente y a la población, señalaron los investigadores del estudio”. Así, se estima en el proyecto de ley que los elementos acumuladores contienen electrolito ácido y el plomo. Y describe: “El primero es corrosivo, tiene alto contenido de plomo disuelto y en forma de partículas y puede causar quemaduras en la piel y en los ojos. En tanto, el plomo es altamente tóxico para la salud humana, ingresa al organismo por ingestión o inhalación y se transporta por la corriente sanguínea acumulándose en todos los órganos, especialmente en los huesos”.