Luis Sebastián Vargas López, alias “Popeye”, fue condenado a cumplir 9 años de prisión de cumplimiento efectivo por el robo cometido en la delegación de Gobierno el pasado 21 de junio. Desde el 22 de ese mes está detenido, por lo que deberá estar en la cárcel hasta fines de marzo del año que viene.
RIO GRANDE.- Vargas López estaba acusado de haber sustraído, tras violentar una ventana, una serie de artículos de una de las oficinas del edificio de la Delegación de Gobierno, ubicada en Av. San Martín N° 44, en el centro de Río Grande.
El 22 de junio “Popeye” había ingresado a la Iglesia Don Bosco (ubicada en Alberdi y Fagnano) y luego se conoció sobre el hurto de un celular que se había producido en ese lugar. Vargas López fue aprehendido en la esquina de la Av. San Martín y Piedra Buena y luego fue detenido.
Policías efectuaron un allanamiento en la vivienda ubicada en la calle Mazzarello al 400 (barrio Malvinas Argentinas); también se inspeccionó un segundo predio ubicado por calle Libertad al 1000, lugar donde el detenido había depositado varios elementos. Aquí se logró la localización de artículos denunciados como sustraídos del edificio gubernamental (notebooks, monitores, teclados y otros accesorios).
Con todos los elementos de prueba en su contra “Popeye” fue procesado y el caso fue resuelto el pasado jueves 10 de agosto mediante la omisión de debate, en la que el Tribunal en lo Criminal resolvió aplicar una condena de cumplimiento efectivo por el delito de robo simple.
El Ministerio Público Fiscal, representado por la Dra. Laura Urquiza, peticionó la omisión de debate y requirió la pena que sentenció el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, considerando que el hombre ya tenía antecedentes penales computables.
El Tribunal de Juicio fue presidido por la jueza Verónica Marchisio con las vocalías de los jueces Juan José Varela y Eduardo López. La defensa fue representada por el defensor Oficial, Eduardo Tepedino.