En todo el Bosque Atlántico se estima que habita una población no mayor a 300 yaguaretés, menos del 1% de la población que pudo haber existido en la región antes de la llegada de los europeos. Conscientes de las realidades de cada país, los esfuerzos buscan mantener y aumentar la población de este felino.
BUENOS AIRES.- Hoy se conmemora el Día Internacional del Yaguareté. Y horas previas a esto Argentina, Brasil y Paraguay anunciaron un compromiso trinacional por la conservación del felino más grande del continente americano y embajador de los pueblos que habitaron y habitan el Bosque Atlántico.
Conscientes de las realidades de cada país, la iniciativa “Unidos por el yaguareté” focalizará esfuerzos para mantener y aumentar la población de yaguaretés en la Selva Misionera (Argentina) y la Mata Atlántica (Brasil), así como generar las condiciones necesarias para que el tigre americano siga recorriendo el Bosque Atlántico en Paraguay.
La estrategia trinacional para conservar la especie incluye un amplio abanico de actividades que buscan impactar sobre las presas del yaguareté, esencial para su supervivencia, por ende, aborda la problemática de la caza furtiva y las prácticas insostenibles en la producción ganadera, que son dos de las amenazas más importantes para la especie en la región. Para ello, la estrategia se lleva a cabo en los siguientes frentes:
- Conciencia y participación social: posicionar a la sociedad contra la cultura de la caza y el comercio ilegal de vida silvestre;
2) Promover la aplicación de la ley y fortalecimiento de las áreas silvestres protegidas públicas y privadas;
3) Reducir el conflicto entre los productores rurales y la fauna silvestre, proponiendo alternativas que valoren la vida silvestre;
4) Asegurar el hábitat para el futuro del yaguareté, tanto las selvas que están protegidas por ley, como los bosques que no lo están. Estos últimos deben mantenerse para que sirvan de corredores ecológicos para la especie.
5) Apoyar la generación constante de conocimiento científico sobre la especie y el ecosistema donde vive, lo que permite tomar buenas decisiones para su conservación.
La importancia
Por su amplia distribución geográfica histórica se lo llama de diversas formas según la cultura y la región donde habita y habitó: yaguareté, jaguareté, onça pintada, tigre americano o jaguar -Panthera onca-, entre otros. Es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león.
Es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas. Como predador, se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia y requiere grandes extensiones de territorio para vivir. Es una especie muy sensible a las alteraciones del ecosistema, e incluso llega a ser el primero en desaparecer cuando el hábitat se deteriora. A su vez, el yaguareté cumple un rol esencial controlando las poblaciones de las demás especies de animales y plantas, manteniendo el equilibrio en el ecosistema. Por ello, si el yaguareté se encuentra en peligro de desaparecer, representa un indicador de que todo su entorno está en riesgo.
Las amenazas
El yaguareté enfrenta las siguientes amenazas:
-Pérdida y alteración del hábitat debido a la deforestación, por la expansión agropecuaria y la construcción de infraestructura.
-Atropellamientos de la especie y sus presas por la fragmentación de su hábitat por rutas y caminos.
-Disminución de sus presas.
-Cacería proactiva de la especie y de sus presas para trofeo de caza o en represalia por ataques al ganado.
Fuente: Fundación Vida Silvestre.