Seguro que tras haber experimentado una tormenta, te has dado cuenta al salir a la calle que el ambiente tenía un olor especial. Algo que suele notarse mucho más si estás en plena naturaleza. Pero ¿qué produce ese olor tan agradable. ¿Por qué huele tan bien la lluvia?.
El olor a lluvia es un olor que nos recuerda mucho al olor a tierra mojada, pero ¿qué lo produce? la ciencia ha investigado al respecto, y ha descubierto que está producido nada más y nada menos que por bacterias.
Las bacterias, las plantas e incluso las tormentas eléctricas influyen en el aroma del aire limpio y la tierra húmeda que sentimos después de una tormenta.
Conocido como «petricro», este olor ha sido estudiado por científicos e incluso por fabricantes de perfumes. El nombre fue acuñado por dos investigadores australianos en 1960. La palabra proviene del griego «petros» que significa «piedra» y el término «icor» que significa «el fluido que pasa por las venas de los dioses».
Por lo visto, según explica la ciencia, la fragancia que se produce tras una lluvia se produce a través de bacterias que están en el suelo. Piensa que los microbios abundan en el suelo, de modo que tras llover, lo que estamos oliendo es una molécula creada por un cierto tipo de bacteria.
Esta molécula es la «geosmina» producida por la bacteria Streptomyces. Presente en la mayoría de los suelos saludables, esta bacteria también se usa para producir algunos tipos de antibióticos.
Cuando caen gotas de agua sobre la tierra, hacen que la geosmina se libere en el aire, lo que la hace mucho más abundante que antes de la lluvia.
Los investigadores Isabem Bear y RG Thomas, que dieron el nombre de «petricor» al olor de la lluvia, descubrieron que en la década de 1960 ese aroma ya estaba «capturado» para ser vendido como una esencia llamada «matti ka attar» en Uttar Pradesh, en la India.
Ahora la geosmina se está volviendo más común como ingrediente de perfume.
¿Qué produce la geosmina?
La geosmina es producida por bacterias en el suelo y arrojada al aire cuando llueve. Esta misma sustancia garantiza el sabor ‘terroso’ de la remolacha azucarera y a pesar de su aroma, que atrae a todo el mundo, sucede el efecto contrario con su sabor.
Aunque no es tóxica para los humanos, pequeñas cantidades pueden hacer que rechacemos un vaso de agua o vino que ha sido «contaminado» por la sustancia.
Algunas investigaciones sugieren además que existe una relación entre la geosmina y el «terpeno», fuente del aroma de varias plantas.
La influencia de plantas y rayos en el olor de la lluvia
El aroma de las plantas así como el efecto de los rayos, puede hacer además que aumente el agradable olor de la lluvia.
En el caso de las plantas, la lluvia puede acentuar su fragancia, gracias precisamente al «pelo» de las plantas donde se concentra gran parte de su olor. Al caer la lluvia sobre estas, el aroma se acentúa dado que el agua daña las hojas y estas desprenden sus componente.
Por otro lado, los períodos secos también pueden reducir el metabolismo de las plantas. El retorno de la lluvia puede desencadenar la aceleración, haciendo que las plantas emitan un olor agradable cuando les cae la lluvia.
En el caso de los rayos, podemos decir que también juegan un papel importante en la creación de un aroma de ozono limpio y agudo debido a las descargas eléctricas a la atmósfera.
Además de los rayos, las tormentas eléctricas y las lluvias ayudan a mejorar la calidad del aire. El polvo, la contaminación y otras partículas son arrastradas por la lluvia y los rayos, limpiando el aire dando paso a que huela mejor.