USHUAIA.- El senador Pablo Blanco presentó un proyecto solicitando al Ejecutivo que informe sobre las medidas implementadas de bioseguridad y prevención para el personal de las instalaciones argentinas y del turismo.
El senador nacional Pablo Blanco (UCR) presentó un proyecto solicitando al Ejecutivo que informe sobre las medidas de bioseguridad y prevención para el personal de las instalaciones argentinas y del turismo que visita la Antártida en relación a la gripe aviar H5N1.
La influenza aviar también conocida como gripe aviar, es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae.
Según explica Blanco la cepa H5N1 evolucionó por primera vez en aves de corral domésticas; se propagó a Europa en 2021, a Norteamérica ese mismo año y a Sudamérica en 2022, con importantes consecuencias de mortalidad en poblaciones de aves y mamíferos marinos en la costa patagónica durante 2023 y 2024.
“Esto demuestra que, aunque la Antártida está aislada, existen aves migratorias que pueden llegar desde otras regiones y pueden portar virus de influenza aviar altamente patógenos (HPAI). Los resultados de la campaña de investigación científica mostrarían la presencia de H5N1 (una cepa altamente patogénica del virus de la gripe aviar) en ciento ochenta y ocho animales de trece especies distintas analizados en veinticuatro localizaciones del Mar de Weddell y la Península Antártica Occidental”, alerta.
“El informe presentado muestra que las especies animales con presencia del patógeno comprenden nueve tipos de aves, como los pingüinos de Adelia, Barbijo y Papúa, Cormoranes antárticos, gaviotas y skuas; y cuatro mamíferos, como el Lobo antártico y las Focas cangrejera, de Weddell y Leopardo”, precisa.