Actualmente más de 50 cruceros realizan viajes de varios días con destino a la Antártida. Cada año, el número de visitantes de la Antártida aumenta y especialmente este verano 2023-2024 del hemisferio sur.
BUENOS AIRES.- El verano es el único momento en que los turistas pueden visitar la Antártida de manera segura. Muchas agencias de viajes ofrecen desplazamientos y actividades en las islas y en tierra firme en sitios accesibles.
Los barcos se acercan a la costa y los impactos ambientales son ya visibles, especialmente de los barcos que expulsan el carbono negro por las chimeneas que se queman en sus motores.
Algunos estudios muestran que, en las áreas más visitadas por los turistas, la nieve tiene una mayor concentración de carbono negro del escape de los barcos, que absorbe más calor y hace que la nieve se derrita. Por otra parte, el tráfico marítimo también corre el riesgo de llevar especies invasoras a los vulnerables ecosistemas marinos del océano Antártico.
Algunos turistas se quedan en los propios barcos sin pisar tierra firme pero otros se internan y hacen pequeñas expediciones en kayak o realizan visitas accesibles en zonas terrestres o marinas para ver, por ejemplo, colonias de pingüinos.
Algunos de estos turistas pueden llevar microbios, semillas y otras especies invasoras en sus botas y sus ropas, un problema que sólo empeorará a medida que el derretimiento del hielo cree nuevos parches de tierra desnuda y visitable.
Para evitar la introducción de nuevas especies, los turistas deben seguir reglas como desinfectarse las botas y pasar la aspiradora por los bolsillos antes de poner un pie en el hielo, y mantener una distancia determinada de la vida silvestre.
Casi todos los propietarios de cruceros antárticos pertenecen a la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida, IAATO, el principal organismo que gestiona el turismo antártico.
Por primera vez este año, los operadores deben informar su consumo total de combustible como parte de los esfuerzos de la IAATO para hacer que la industria sea más respetuosa con el medio ambiente. Algunos operadores ahora están utilizando embarcaciones híbridas que pueden funcionar parcialmente con propulsión eléctrica durante períodos cortos, lo que reduce las emisiones de dióxido de carbono.