El presidente boliviano de centroizquierda, Luis Arce, dijo a Reuters el viernes que el apoyo en las calles había fortalecido su Gobierno después de un fallido golpe militar hace apenas unos días y que seguiría trabajando hasta su último día, en una de sus primeras entrevistas desde el dramático ataque.
LA PAZ (Reuters /NA).- El tranquilo economista se convirtió en el centro de atención mundial el miércoles, cuando unidades militares rebeldes tomaron la plaza central de La Paz y embistieron una puerta del palacio presidencial con un vehículo blindado para permitir que los soldados entraran corriendo.
“El apoyo de la gente en las calles y el apoyo internacional que recibimos nos ha fortalecido para estar aquí nuevamente y continuar nuestro trabajo”, dijo Arce, un estudiante de Karl Marx al que se le atribuye haber impulsado los “milagros económicos” de Bolivia a principios de la década de 2000 como ministro de Economía del icónico líder Evo Morales.
“Para nosotros no ha cambiado absolutamente nada (…) Vamos a seguir trabajando hasta el último día”, dijo en la sede del Gobierno en La Paz, la capital política de las tierras altas, donde soldados armados habían irrumpido a sólo unos metros de distancia días antes.
El viernes, la Justicia de Bolivia determinó la prisión preventiva para el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, acusado de terrorismo y alzamiento armado contra el Estado.