RIO GRANDE.- El excomisario Angel Darío Monzón fue procesado y su detención convertida en prisión preventiva, por el delito de abusos simples, con acceso sexual reiterados y agravados por corrupción de menores.
Actualmente residente en la provincia de San Juan, donde pasa su vida de retirado de la Policía de la Provincia de Tierra del Fuego, Monzón fue procesado por el juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo, al quedar probado que fue responsable de haber ultrajado sexualmente a una niña de 8 años de edad, en hechos que se reiteraron hasta que la víctima cumplió 14 años.
Los hechos tienen el agravante que tanto la víctima como la familia de ésta, tenían confianza plena con el acusado y, además, porque los hechos afectaron el desarrollo sexual de la menor, situación ésta que la doctrina lo toma en cuenta al momento de evaluar la conducta del imputado.
Monzón fue denunciado por la madre de la niña el 23 de julio, luego de tomar conocimiento, por dichos de compañeras de colegio de la víctima, que la manoseaba y la besaba, hechos que sucedían cuando el acusado quedaba solo con la menor, en su vivienda.
En su resolución, el Magistrado dictó el procesamiento y prisión preventiva del ex funcionario de la Policía de Tierra del Fuego, por los delitos de abusos simples y con acceso sexual reiterados y corrupción de menores agravada. Además ordenó trabar un embargo sobre sus bienes hasta completar la suma de 500 mil pesos.
Monzón está detenido desde el 7 de agosto, cuando por orden del juez Heredia Zaldo, el personal de seguridad personal de la Brigada de Investigación procedió a su arresto en la vivienda que ocupaba junto a su esposa, en el coqueto barrio privado del departamento Santa Lucía.
La detención derivó del cúmulo de pruebas que había ordenado producir el Magistrado que confirmaron la versión de la niña. En ese entonces, el Comisario General jubilado tuvo la oportunidad de defenderse de las imputaciones, en declaración indagatoria, pero por consejo de su defensa se abstuvo de declarar.
Entre las pruebas que el juez consideró claves contra Monzón, se incluyen el relato de la propia víctima, considerado verosímil y libre de toda falsedad o mitomanía, de acuerdo al informe elaborado por la perito psicóloga que la entrevistó.
A esto se agrega el testimonio de la madre de la niña víctima y un informe de un perito médico que detalla desgarros incompletos en los genitales de la menor, los que habrían sido provocados por Monzón al introducirle los dedos.