Procesamientos por homicidio culposo

Desde que sucedió la muerte de Tomás sus padres, Fabio Delamata y Norma, comenzaron una lucha incansable por encontrar una respuesta clara a lo sucedido. Ambos se negaron a aceptar el suicidio de su hijo.

RIO GRANDE.- Tras una larga lucha emprendida por Fabio Delamata y su esposa Norma, quienes siempre rechazaron la hipótesis de un suicidio en la trágica muerte de su único hijo: Tomás; ahora se conoció que la causa fue calificada como homicidio culposo y se procedió dictar el procesamiento de los dos amigos de la víctima que estaban la noche que sucedió el hecho: Un 13 de marzo de 2018.

Tras una presentación realizada por el abogado de la familia, Luis Felipe Ricca, los jueces que integran la Cámara del Crimen de Buenos Aires resolvieron, este 8 de marzo, cambiar la calificación del caso y dictar el procesamiento de Juan Cruz Almaras Arias y Federico Agustín Atamaniuk, acusados por el delito de homicidio culposo, en carácter de coautores. Además se les trabó un embargo de 3,5 millones de pesos a cada uno.

Cabe indicar que la nueva resolución modifica lo que se había dictado el 28 de noviembre de 2022, cuando Juan Cruz Almaras Arias y Federico Agustín Atamaniuk fueron sobreseídos y el caso se había cerrado bajo la figura de suicidio.

El 13 de marzo de 2018 Tomás Delamata falleció a raíz de las heridas que sufrió tras una caída de 16 metros desde el tercer piso de un edificio ubicado en Mendoza y Vuelta de Obligado, en el barrio porteño  de Belgrano.

Oriundo de Río Grande, el joven tenía 19 años y ese mismo año había iniciado estudios universitarios. Su muerte tuvo una fuerte repercusión en esta ciudad, ya que junto a un grupo de jóvenes Delamata fue el creador del colectivo cultural “Barras de Hielo”, organizando eventos que convocaban a cientos de adolescentes inmersos en esta cultura.

Cabe indicar que los padres jamás creyeron en la posibilidad de un suicidio o de una caída accidental del propio Tomás. Fabio Delamata, su padre, dijo que la hipótesis de un suicidio no es comprensible, porque eso no se condice con la actitud de Tomás, que era un joven que tenía proyectos, que siempre miraba hacia delante y con quien siempre había una comunicación diaria.

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