A tres años de que la población comenzó a exigir la protección del canal Beagle ante la amenaza de la industria salmonera de instalar centros de cultivos en mar abierto, la Legislatura provincial dio dictamen favorable para prohibir definitivamente la actividad.
USHUAIA.- La Comisión de Legislación General N° 1 emitió ayer dictamen “histórico” sobre el proyecto de ley impulsado por el bloque del MPF que prohíbe la salmonicultura en aguas jurisdiccionales de la Provincia. La norma “tendrá trascendencia no solo a nivel local, sino nacional e internacional”, sostuvo el legislador Federico Greve (FORJA), presidente del espacio de debate.
El proyecto de ley, que será tratado en la próxima sesión ordinaria, fue analizado el año pasado por la comisión de Recursos Naturales que preside la legisladora Mónica Acosta (FORJA) aunque luego, por cuestiones administrativas, fue girado al espacio de Legislación General, donde obtuvo dictamen.
Federico Greve destacó la labor del autor de la iniciativa, legislador Pablo Villegas (MPF) y de la legisladora Mónica Acosta, “que fue quien trabajó en este proyecto donde se pudo escuchar a todos los actores” involucrados en el particular desde productores, ambientalistas y al Gobierno de Tierra del Fuego.
“Es importante que sentemos esta postura” dijo Greve y entendió que hay iniciativas para instalar este tipo de producciones en nuestras Islas Malvinas. Consideró necesario que “el Parlamento y nosotros que somos legisladores del archipiélago, podamos sentar un precedente tan importante como la prohibición” de este tipo de industrias.
Por su parte, el legislador Pablo Villegas (MPF), agradeció el acompañamiento de los Parlamentarios al proyecto impulsado por su bancada, en el que se plantea la protección de las aguas del canal Beagle. Además agradeció a las asociaciones civiles y vecinos comprometidos con el cuidado del medio ambiente.
El proyecto que obtuvo despacho “no solo guarda relación con la protección de nuestro ambiente, sino que está íntimamente relacionado con la actividad económica, ya que genera recursos en el sur de la Provincia”, observó. El Parlamentario opinó que los turistas que arriban a la Provincia, lo hacen para disfrutar de las bellezas naturales, y no “creo que quieran ver jaulas como canchas de fútbol donde se críen salmones a gran escala”, analizó.
Por su parte, la legisladora Mónica Acosta recordó que el año pasado por la comisión de Recursos Naturales transitaron profesionales y entendidos en el tema entre los que mencionó “funcionarios de la Secretaría de Pesca de la Provincia; el secretario de la Producción; científicos del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC); representantes de las ONG ambientalistas que venían militando en el tema desde hace muchos años”, reconoció.
“También tuvimos la posibilidad de conocer a Stefanía González que es coordinadora de océanos de Greenpeace, quien nos detalló cómo impactó esa actividad industrial contaminante en Chile”, narró Acosta.
Con posterioridad surgieron inquietudes que llevaron a consultar a productores locales vinculados a la actividad y “nos explicaron cuáles eran las especies lacustres que existen en la Provincia, colonizadas desde hace más de 30 años. Muchas de ellas son para el consumo productivo”, detalló.
Una vez recorrido todo este camino desde la Comisión, unificaron las distintas posiciones, es decir, las del Ejecutivo más las sugerencias que se escucharon. Así surgió la redacción definitiva del proyecto de ley.
En su articulado, el proyecto tratado ayer prohíbe “en aguas jurisdiccionales lacustres y marítimas de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, toda actividad de cultivo y producción de salmónidos, a fin de asegurar la protección, preservación y resguardo de los recursos naturales, los recursos genéticos y los ecosistemas lacustres y marinos”.
También, reconoce “la vigencia por el plazo otorgado por la autoridad de aplicación, sujetos a las condiciones y pautas establecidas por la misma, a los proyectos existentes de acuicultura, relativos al cultivo y producción de la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) en escala artesanal, en el territorio físico de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”.
Tres años de lucha
En julio de 2018 se conoció la existencia de un convenio de colaboración firmado entre la provincia y la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional para estudiar la capacidad de carga del canal Beagle para la instalación de jaulas de cría de salmones. El acuerdo, además del consentimiento de la provincia, implicó el pago de los 95 mil dólares que costó el estudio y fue sellado bajo el mayor de los hermetismos por el entonces secretario de Agroindustria Kevin Colli; el secretario de Ambiente de la provincia Mauro Pérez Toscani; y el secretario de Desarrollo e Inversiones Leonardo Zara.
Esto llevó al inmediato rechazo de científicos y ambientalistas y a lo largo de los meses cosechó cada vez más adherentes, sobre todo después de la visita de los Reyes de Noruega a Puerto Williams, lugar donde la industria salmonera también intentó instalarse sin éxito. Gracias a las acciones conjuntas de uno y otro lado del mar, la comunidad logró hacerse escuchar.
El rechazo a las salmoneras en Tierra del Fuego puso en acción a los más importantes chefs de la Argentina, quienes a modo de protesta quitaron el salmón de cría de sus recetas e incluso Francis Mallman cocinó a la intemperie en Ushuaia para pedir una ley que prohíba la cría de salmones en el Beagle. Su presencia concentró la atención de todos los medios del país y de ahí en más, se convirtió en un tema de interés nacional.