Docentes y padres de alumnos se congregaron frente a la escuela para reclamar por una pronta solución a los problemas edilicios que les impide comenzar con las clases presenciales. Desde marzo que están con inconvenientes que se agudizaron este mes.
USHUAIA.- La comunidad educativa de la Escuela Especial Kayú Chenén protagonizó ayer un cacerolazo frente al establecimiento, reclamando a las autoridades de gobierno la pronta “devolución de nuestra escuela” la que está cerrada desde el 8 de junio, debido a problemas en un equipo de calefacción que no ha sido aún reparado.
Ana Laura Dabove, directora de la escuela a la que asisten alumnos con capacidades diferentes, dijo que el problema edilicio surgió en marzo, cuando se debía comenzar con la presencialidad de docentes y educandos, pero en ese entonces permaneció cerrada por tener diversos problemas edilicios que se fueron reparando en los días sucesivos, hasta llegar al día 2 de junio, cuando se reabrieron las puertas.
“Cuando comenzamos con la presencialidad en la escuela, poco nos duró la alegría, porque el 8 de junio el establecimiento debió ser evacuado por la pérdida de gas en uno de los equipos de la caldera. Desde ese entonces, estamos esperando a ver que solución nos dan. Hasta ahora no ha surgido nada y por eso es que decidimos hacer este reclamo pacífico, para que seamos escuchados”, dijo Dabove.
Cabe indicar que al colegio deberían asistir 50 alumnos de manera presencial, por los protocolos sanitarios ante la pandemia de covid-19. El total de la matrícula asciende a más de 200 chicos con capacidades diferentes.
Para hoy, la comunidad educativa de la Kayú Chenén tiene previsto realizar una nueva concentración en el colegio y realizar una marcha para llegar al Ministerio de Educación, luego a los bloques de la Legislatura y finalizar el reclamo frente a la Casa de Gobierno.
Crítica de legisladores
Los legisladores Liliana Martínez Allende y Federico Sciurano se expresaron sobre la situación que atraviesa la escuela de educación especial. “Recibimos mucha preocupación e inquietudes de los padres de los chicos que van a la Kayú, no pueden seguir esperando después de un año y medio de no poder asistir a la institución”.
“Para todos los chicos la educación es fundamental, pero en la Kayú la situación es particular porque asisten muchos chicos y chicas con discapacidad que sin la posibilidad de asistir a la escuela se ven muy perjudicados en su evolución y aprendizaje, sin otros espacios o lugares que los contengan. Queremos colaborar para que esto se revierta lo antes posible y nos ponemos a disposición de las familias”, expresó Sciurano.