BUENOS AIRES (NA).- Una evaluación sostiene que las resignaciones brutas de coparticipación por parte de los gobiernos provinciales, entre 2003 y 2015 acumularon cerca de 800 mil millones de pesos y que las provincias en tanto deben “penar” para obtener “ayudas” de la Nación.
Así lo determinó el Iaraf, Instituto Argentino de Análisis Fiscal y sostuvo que frente a esta situación, “las cifras de los acuerdos entre Nación y Provincia, o de los préstamos gestionados por provincias en los cuales se verifican dificultades (caso de los 540 millones de pesos solicitados por Córdoba para paliar las inundaciones), pierden relevancia relativa”.
El informe expresó que “muestran el desbalance relativo en las negociaciones económicas entre niveles de gobierno en el federalismo argentino actual”.
En tanto, el Iaraf, que dirige el economista Nadín Argañaraz, expresó que la provincia de Córdoba es un caso testigo porque “resignará 17.000 millones de pesos en 2015” pero debe “mendigar” 540 millones de pesos “para sus inundados”.
El reporte efectuado también por Ariel Barraud consideró que “la mayor parte de las provincias del país atraviesan permanentemente una situación de presión sobre sus recursos”.
“Los gastos vinculados al tipo de bienes y servicios públicos que prestan contienen una gran proporción (más de la mitad) de la partida personal, de manera que en períodos en los que la inflación no sólo resulta elevada, sino también de una magnitud incierta, provocan claros desajustes en materia de sus resultados”, se dijo.
Mientras que los especialistas aclararon que “los recursos que sufren la presión son los provenientes de todas las fuentes, es decir tanto la recaudación y otros ingresos locales, como los envíos federales a través del principal sistema de transferencias entre gobiernos de nuestro país, la coparticipación federal de recursos, y el resto de transferencias a provincias”.
La distribución primaria, es decir el reparto entre la Nación y todos los gobiernos subnacionales del total de impuestos existentes a nivel nacional por todo concepto, muestra que las provincias reciben de manera automática 1 peso de cada 4 pesos recaudados mientras que antes del año 2000 recibían en promedio 1 de cada 3.