Por segundo año consecutivo, se realizó en la ciudad la entrega de los premios Innovate. Este certamen reconoce e incentiva a emprendedores locales que desarrollan proyectos con características innovadoras, poniendo en valor proyectos locales tanto de producción como de servicios.
RIO GRANDE.- Se realizó en la ciudad la segunda edición del certamen lanzado desde la dirección de Desarrollo Local, de la Secretaría de Producción y Ambiente del Municipio de Río Grande. En total fueron 22 los proyectos que participaron, en tres categorías diferentes. Los premios se entregaron durante el fin de semana, en el marco de la feria ‘Industria a puertas abiertas’.
“Esta es la segunda edición del concurso. Las categorías fueron las mismas del año pasado: la primera es para emprendimientos que ya están en marcha, la categoría dos es para prototipos al cien por ciento; es decir que el servicio o producto que postulan ya está listo para salir al mercado y la tercera categoría es de desarrollo al 70%, es decir, que hay alguna cuestión que hace que el prototipo final aún no esté finalizado”, comentó al respecto Carolina Hernández, parte del equipo de la dirección de Desarrollo Local.
“El que gana la categoría uno es la pañalera de Sebastián Voulliez, que reviste ciertas características artesanales pero el emprendedor siempre ha buscado incorporar mejores prácticas para ofrecer un mejor producto e ir mejorando su proceso productivo. El que gana la categoría dos es Gaia Jauken, de Pilar Domínguez, un emprendimiento con el desarrollo del prototipo al cien por cien de harina de cebada agotada, que es la reutilización del residuo de la industria cervecera. La tercera categoría fue para Open Agro, a cargo de Facundo Chaer, es un desarrollo de software con medidores de determinadas características que permite controles en el procesamiento agrícola”, detalló Hernández.
Pilar Domínguez, ganadora del premio en la segunda categoría (prototipo al cien por cien) explicó: “Lo que hacemos es trabajar con el residuo de la industria cervecera, con la harina de cebada agotada. Elaboramos panificados, snacks y también hacemos envases que son comestibles, biodegradables y sirven para compost”.
Respecto a la continuidad del emprendimiento, comentó: “Lo que vamos a hacer ahora es comprar la maquinaria para iniciar el proceso de producción, que sería la industrialización del producto”.
Cabe destacar, que este proyecto también ha sido reconocido a nivel nacional, estando entre los quince mejores proyectos sustentables en el concurso PROESUS. También se encuentran participando en Incubadoras de Negocios.
Por su parte, Facundo Chaer, de Open Agro, habló sobre su proyecto y detalló: “Mi proyecto se trata de automatización de cultivos, en diferentes etapas y diferentes formas. El resultado final es intentar mejorar el proceso de cultivo y para eso se desarrollaron cuatro artefactos, cada uno independiente pero a la vez sinérgicos: una página web, una aplicación, el aparato tecnológico en sí, que es el encargado de recibir y enviar la información de los diferentes parámetros o mediciones que se realizan del cultivo y, por último, un dispositivo no tecnológico, que sería por ejemplo el lugar donde se está realizando el cultivo”.
Además, Chaer remarcó que en el desarrollo del prototipo, varias personas se acercaron a consultarle para ver si necesitaba ayuda, o para colaborar con el proyecto: “La idea es empezar a sumar más gente para poder terminar un prototipo funcional y empezar a hacer pruebas de campo”, finalizó el emprendedor.