Según informó el presidente de la Dirección Provincial de Puertos, Roberto Murcia, los únicos buques de pasajeros que siguen operando en el muelle son los que regresan de la Antártida. Recordó que cada embarcación que llega al puerto tiene la obligación de informar, 72 horas antes, el estado general de los pasajeros.
USHUAIA.- A poco de finalizar la temporada de cruceros y como consecuencia del cierre de las fronteras por la pandemia de coronavirus, el puerto de Ushuaia ha mermado su actividad turística y sigue atendiendo las demandas de los buques pesqueros y de carga que operan habitualmente. A pocos metros del muelle, la unidad sanitaria móvil de la Municipalidad y personal de Defensa Civil monitorean que el movimiento de personas no ponga en riesgo la salud de la población.
Desde ayer la Dirección Provincial de Puertos (DPP) ha reducido a guardias mínimas el trabajo de su personal; no obstante siguen realizando operativos en conjunto con personal de Prefectura Naval, Sanidad de Fronteras, Migraciones y Aduana sobre los buques que llegan la ciudad.
“Estamos esperando el decreto de necesidad y urgencia anunciado por el Presidente a efectos de cerrar la frontera. Hasta tanto, continuamos con el régimen anterior pero extremando todas las medidas”, indicó ayer Roberto Murcia, presidente de la DPP.
El domingo, 400 turistas que llegaron a Ushuaia a bordo del buque Midnatsol, de bandera noruega y se encontraban en el límite del período de cuarentena, fueron controlados por personal de salud y llevados directamente al aeropuerto, donde en tres vuelos de Latam los trasladaron a Buenos Aires.
Asimismo, el Gobierno provincial también resolvió el fin de semana prohibir el amarre en el puerto de Ushuaia de un crucero proveniente de Chile con pasajeros que estuvieron en algunos de los países más afectados por la pandemia de coronavirus y que no cumplían con el requisito de haber estado embarcados 14 días antes de la llegada a puerto.
Murcia recordó que cada embarcación que llega al puerto de Ushuaia tiene la obligación de informar 72 horas antes el estado general de los pasajeros y si hay alguna contingencia en el buque.
“Antes de bajar a la planchada, sube personal de Sanidad de Fronteras, verifica la declaración jurada y si tiene alguna duda, hace el recorrido y un chequeo sobre las personas, ya sean pasajeros o tripulación. Si consideran que no están en condiciones, de ese buque no baja ningún pasajero”.
En cuanto al control que se realiza a los buques pesqueros, el funcionario señaló que “tienen el mismo régimen que cualquier buque de turismo. Son revisados por Sanidad de Fronteras junto a personal del Ministerio de Salud de la Provincia antes de tocar el muelle y si detecta alguna persona que pueda tener un síntoma, automáticamente queda aislado. Se lo invita a ir a Rada y ese barco no toca el muelle”.
El funcionario indicó que las embarcaciones que se encuentran amarradas en el puerto cumplen más de 14 días, no hay personas con síntomas y obtuvieron la libre práctica que les dio Sanidad de Fronteras”
A raíz de la pandemia de coronavirus, muchas recaladas previstas para esta fecha ya fueron canceladas y sólo quedará operativa la pesca, la carga y el cabotaje nacional, con los mismos controles que cualquier barco.