La aerolínea Qantas vendió este jueves en 10 minutos todas las plazas para un “vuelo a ninguna parte” que sobrevolará el 10 de octubre durante siete horas algunos de los principales atractivos turísticos de Australia, como respuesta a las restricciones impuestas en las rutas domésticas e internacionales.
BUENOS AIRES.- Con muchas de las fronteras internas cerradas en el país oceánico, la compañía australiana ofrece este vuelo que parte y retorna a Sídney para sobrevolar el monolito rojo Uluru, las Islas Whitsundays y la Gran Barrera de Arrecifes el próximo 10 de octubre, detalló Qantas en un comunicado.
El vuelo en un avión Boeing 787 Dreamliner, que se usa normalmente en las rutas internacionales, permite hacer un viaje sin necesidad de que el pasajero tenga que realizar la cuarentena de 14 días que se impone a las personas que residen en los llamados “focos de COVID” cuando viajan a otro estado.
Los billetes de este vuelo, que cuenta con el menú del famoso chef mediático australiano Neil Perry, se vendían entre 572 dólares (486 euros) y 2.754 dólares (2.341 euros) y se agotaron en 10 minutos.
El vuelo es “probablemente el que más rápido se ha vendido en la historia de Qantas”, dijo una portavoz de la empresa a Efe.
Qantas también ha decidido retomar a partir de noviembre los trayectos de 12 horas que antes ofrecía para sobrevolar la Antártida a bordo de aviones Boeing 787 como medida para paliar los efectos económicos del COVID-19.
A finales de agosto, Qantas anunció que estudia externalizar sus servicios en tierra debido al fuerte descenso de sus operaciones por la pandemia del coronavirus, lo que podría llevarle a eliminar otros 2.500 puestos de trabajo.
Estos recortes se sumarían a la reducción de 6.000 empleos que la mayor aerolínea de Australia anunció el pasado junio como parte de su plan de reestructuración por la crisis del COVID-19.