Se “vengó” de Nacional, en Montevideo, ganándole 2 a 1. Reniero abrió el marcador en el primer tiempo y Soto (en contra) puso el empate parcial. Luego, Fértoli, de penal, desniveló para la Academia, que avanza en el torneo.
BUENOS AIRES (NA).- Racing logró en Montevideo lo que se propuso: le ganó 2-1 a Nacional con goles de Reniero y Fértoli, se clasificó a octavos de final y quedó cerca de terminar como líder del grupo F. Ahora, ambos equipos suman 12 unidades y tienen la misma cantidad de goles en contra y a favor. Es decir, todo se definirá en la última fecha en la que Racing reciba a Estudiantes de Mérida y Nacional a Alianza Lima.
Fue todo de Racing el primer tiempo: hizo y deshizo a su antojo. Se plantó bien alto en campo rival con un 4-1-4-1, con Marcelo Díaz sin meterse entre los centrales, una de sus características principales. Apenas recostado sobre la izquierda, Leonel Miranda volvió a ser el conductor de los de Avellaneda. Puede errar algunos pases el exmediocampista de Independiente, pero las pide a todas y sabe perfectamente qué hacer cuando la tiene. Lolo también fue uno de los abanderados de la presión y desde una recuperación alta llegó el primer gol de Racing, a los 17 minutos: el volante Emiliano Martínez entregó un pase atrás corto, Reniero la robó, la acomodó y la colocó cruzada al palo derecho de Sergio Rochet.
Poco pudieron hacer los duros pibes de Nacional, más allá de alguna corrida aislada. Se dijo: manejó el balón Racing de costado a costado y aceleró cuando pudo. Tal vez le faltó algo de intensidad en los metros finales. Reniero fue el jugador más peligroso: además del gol, tuvo una clara que le sacó Rochet y dos intentos de larga distancia.
No fue bueno el partido de Lorenzo Melgarejo, que había dejado lindas sensaciones tras su debut en Perú. Dos cosas se perciben del creativo paraguayo: tiene una zurda interesante y no le gusta demasiado el roce. Ahí deberá trabajar Beccacece porque el fútbol sudamericano no permite algunas licencias.
La segunda etapa arrancó con una fatalidad para la Academia: Alexis Soto se chocó con la pelota y la mandó al arco de Arias. Fue un gol en contra desafortunado porque el lateral izquierdo había realizado un gran cierre en el centro cruzado al delantero Tiago Vecino: la pelota se elevó luego del rebotar en ambos y después se encontró con la cabeza involuntaria de Soto.
Pero, antes del gol en contra, había sucedido algo trascendental: los cambios de Beccacece. Volvió a cometer el mismo error que en Perú el entrenador: modificó piezas en el entretiempo luego de que el equipo funcionara muy bien en la primera parte. Entraron Tiago Banega por Díaz y Solari por Montoya y a Racing le costó 15 minutos acomodarse nuevamente en el campo. Y en ese lapso llegó el empate y Nacional mostró algo de su mejor versión.
Así, fue un volver a empezar de Racing, con Solari siendo el más peligroso de la visita. Otra vez manejó la pelota y se plantó en campo rival. Avisó con un par de remates desde afuera y se encontró con un penalazo de Rochet a Sigali: el arquero salió tarde a descolgar un centro y se llevó por delante al marcador central. No fue Reniero (falló uno en Perú) el encargado de ejecutar sino Fértoli, que la clavó en el ángulo para otro eufórico festejo del técnico rosarino.
En los minutos finales tuvo astucia Racing para aguantar el resultado y no sufrió ni siquiera con las pelotas paradas. Munúa mandó a la cancha a los pesos pesados (Bergessio, Yacob, Castro y Papelito Fernández), pero fue demasiado tarde.
Festejó Beccacece en el final del encuentro porque el objetivo de clasificar se consiguió y sigue en pie el de culminar como líder. Quiere Racing terminar en la cima en la fase de grupos para evitar el cruce con un primero de grupo en los octavos de final, esa “otra” Copa Libertadores atrapante que arrancará en noviembre.