Reclamos por la Escuela 38

Desde diferentes sectores rechazan la posibilidad de que en 2021 no se produzca el recambio de familias en la base Esperanza y, como consecuencia, se cierre hasta nuevo aviso la Escuela N° 38, Presidente Alfonsín, que depende del Ministerio de Educación de la provincia.

USHUAIA.- Tras el anuncio de que no habrá grupos familiares en dotación de la próxima Campaña Antártica y, por ende, tampoco funcionará la única escuela que existe en el Continente Blanco, varios sectores manifestaron su rechazo a esta posibilidad y pidieron que se revea la medida, para no descuidar el interés geopolítico estratégico que significa esta presencia argentina en la Antártida.

Días atrás, la versión fue confirmada por el secretario de Asuntos Internacionales, Andrés Dachary, quien adelantó que la medida se tomó “como parte de los cuidados para evitar la extensión de la pandemia de coronavirus a ese continente”; de modo que la única escuela que dictó clases en forma presencial durante la pandemia será cerrada hasta nuevo aviso.

El Coronel (R) Miguel Perandones, veterano de la Guerra de Malvinas, expedicionario al Desierto Blanco y excomandante Antártico del Ejército Argentino, dijo que es “un error” cerrar el establecimiento educativo y recordó que la Base Esperanza es la única que recibe familias en el Continente Blanco, donde se realizaron casamientos, nacimientos y funciona la única escuela del continente”.

“La casta política solo declama su interés por la Antártida porque es interesante y queda bien en los discursos”, criticó. “Señores circunstanciales funcionarios a cargo de los designios de la Nación, la Antártida es futuro, no presente. No destruyan ni interrumpan un proceso estratégico diseñado hace mucho y que está en marcha, ya han hecho mucho daño en este proceso, no aumenten los desaciertos, de lo contrario la historia los juzgará”, advirtió finalmente Perandones.

Por su parte, Enrique Horacio Capella, también Coronel (R), Abogado, expedicionario del Desierto Blanco y excomandante Antártico del Ejército Argentino expresó: “Vuelven a las andadas; otra vez funcionarios ideologizados o incompetentes -o las dos cosas- con la anuencia de algunos uniformados complacientes arremeten contra la actividad antártica nacional”,

“Entre gallos y medianoche cerrarían la única escuela que funciona ejemplarmente en el Continente Blanco y no llevarán núcleos familiares a invernar a Base Antártica Esperanza. También la concurrencia de científicos se vería afectada y reducida. Por qué ese empecinamiento y obsesión en destruir lo que funciona bien y nos enorgullece”; se vuelve a preguntar para cerrar con otra interrogante: “Y por qué lo harían, para qué o cuál es el motivo real”.

Capella afirmó que “los vuelos no se interrumpieron durante el corriente año y el rompehielos Almirante Irizar y su tripulación ya se están alistando para la próxima Campaña Antártica de Verano, por supuesto todo bajo estrictas medidas preventivas y protocolos rigurosos, entiendo que tampoco se habrían interrumpido los envíos de personal de las FF.AA. a misiones de paz con los debidos cuidados”.

Carta abierta

Por otro lado, a través de una carta que titularon simplemente como ‘Hola Argentina’, exalumnos de la escuela de Base Esperanza, adultos, jóvenes y niños, manifiestan que “las autoridades deben tomar las medidas necesarias para mantener abierta la escuela y garantizar la presencia de las familias y así preservar la presente y futura soberanía de nuestra Patria que con tanto esmero lo venimos haciendo desde hace más de 100 años”.

Recordaron que “desde 1978 más de 500 niños ya han participado de forma ininterrumpida en las actividades escolares dentro del continente, gracias a la Base Esperanza”.

“No permitamos que esta actividad se interrumpa, los niños y niñas que alguna vez vivimos en Base Esperanza le pedimos al Gobierno que garantice la presencia de familias y niños en la Campaña Antártica 2020-2021; la pandemia de coronavirus no puede ser una excusa para poner fin a una historia única en el mundo, como en otras actividades es posible establecer protocolos para que familias puedan seguir habitando la base como sucedió siempre desde hace más de 40 años”.