En una sesión maratónica el Frente de Todos logró avanzar ayer a la madrugada con el proyecto que le quita recursos de coparticipación al Gobierno porteño, aunque para conseguir la aprobación debió modificar el texto, por lo que la propuesta volverá al Senado.
BUENOS AIRES (NA).- La votación resultó en 129 a favor, 118 en contra y siete abstenciones, por lo que el proyecto volverá a la Cámara alta donde el oficialismo tiene mayoría y no tendrá problemas para ratificar.
En el resultado favorable al Gobierno fue clave el voto de los cuatro diputados del bloque Córdoba Federal, 6 del interbloque de Unidad para el Desarrollo, 1 del Movimiento Popular Neuquino, y 1 del Bloque Justicialista.
La modificación principal del proyecto establece que la suma de fondos que se fijará para que Nación le transfiera a Ciudad deberá ser consensuada entre el Gobierno Nacional y la Jefatura porteña en un plazo de 60 días.
En concreto, el texto sancionado por el Senado anteriormente establecía una suma fija de 24.500 millones de pesos actualizada trimestralmente (la anterior era de 65.000), pero ahora se estableció que ese monto deberá acordarse en el convenio que deberán firmar la Nación y la Ciudad de Buenos Aires.
El debate se realizó en un contexto de intensos cruces entre el oficialismo y Juntos por el Cambio, lo que derivó en que la discusión del dictamen se atrasara por más de 12 horas.
La principal bancada opositora intentó considerar inválida la sesión y decidió no votar ningún proyecto.
La sesión comenzó el lunes pasadas las 14:00 y se extendió hasta las 8:20 del martes, cuando el proyecto resultó aprobado.
La oposición denunció que existe una «animosidad» contra la Ciudad de parte del Gobierno Nacional y remarcó que la Ciudad es uno de los territorios más perjudicados en materia de recursos coparticipables, ya que recibe casi 10 veces menos que lo que aporta.
«Desde la convocatoria, es inconstitucional el proyecto que estamos trabajando, porque lo que hoy está pagando la Ciudad de Buenos Aires es la consecuencia política de un gobierno que empieza en el 2007 (con Mauricio Macri) y continúa con un proceso de crecimiento», afirmó el diputado del PRO Cristian Ritondo.
Y agregó: «Ante las encuestas, el crecimiento de un posible candidato a presidente que gobierna la ciudad de Buenos Aires, había que atacarlo; no hay razones ni jurídicas ni económicas, hay una sola razón que es política».