Representantes de las asociaciones rurales de ambos países en Tierra del Fuego abordaron problemáticas comunes del sector, entre ellas la cuestión de los perros asilvestrados, cuyos primeros focos y grupos ya se detectaron en el sector rural chileno. Buscan llevar un reclamo conjunto a las autoridades.
RIO GRANDE.- El pasado 3 de abril se llevó a cabo un encuentro entre dirigentes de las instituciones que representan a productores rurales de la Asociación Gremial Ganaderos de Tierra del Fuego (Chile) y de la Asociación Rural de Tierra del Fuego (Argentina).
La reunión tuvo lugar en la “Estancia Florida”, propiedad de la familia Milicevic, y surgió como resultado de una relación que se viene desarrollando hace casi dos años.
El objetivo de la reunión fue hacer una puesta en común de los temas y problemas que aquejan a la ganadería en todo el territorio insular de Tierra del Fuego.
El tema más importante a la vez que preocupante, dado los largos años de su existencia es el flagelo del perro asilvestrado.
En el lado argentino de la isla este problema ha causado una merma sustancial en el stock ovino, (de unas 600.000 cabezas en 1986 a apenas 280.000 en 2014).
En territorio chileno, el stock ovino asciende a 1.000.000 de cabezas, pero existe una fuerte preocupación de los productores, ya que la historia que se ha dado en Argentina, se está comenzando a repetir en Chile.
Se han detectado focos y grupos de perros asilvestrados en la zona central y sur de la isla, provenientes del sector argentino que viene sufriendo y reclamando por este tema hace más de 30 años.
También la zona periurbana de la ciudad de Porvenir está comenzando a generar problemas para el campo, debido a la falta de manejo de las poblaciones caninas. De la misma forma, se registran inconvenientes en los alrededores de los nuevos centros de población.
El resultado de la reunión fue el trazado de una agenda de trabajo, que tiene como fin poder comunicar y gestionar en forma conjunta estos problemas tan graves, tanto a nivel de la población como a nivel de los gobernantes.
La proliferación del perro asilvestrado, declarado como especie exótica invasora por el Consejo Provincial de Medio Ambiente, mediante Dictamen 03/14 de la Provincia, supera ya al ámbito de la producción ganadera y se ha convertido en un problema que atenta contra la salud pública, la biodiversidad y el medio ambiente y debe ser manejada de forma integral en el territorio de la Isla.