River dejó una mala imagen y empató

BUENOS AIRES (NA).- River igualó ayer 1 a 1 frente a Temperley en el estadio Monumental, por la decimosexta fecha del torneo “Julio Humberto Grondona”.

El local se adelantó en el marcador gracias a un preciso tiro libre de Ramiro Funes Mori pero la visita igualó mediante Gabriel Esparza.

En el primer tiempo, River tuvo tres delanteros en cancha pero le faltó un jugador cerebral que supiera meter ese pase entre líneas capaz de romper el cerrojo de la visita.

Incluso, Saviola -en su debut como titular- fue el que más entendió el juego y se retrasó como si fuera un enganche para tratar de generar juego asociado.

En cambio, Temperley en las pocas ocasiones que atacó encontró muchos espacios a la espalda de los mediocampistas y, a través del preciso Di Lorenzo y el veloz Esparza, exigió a una defensa que no dio garantías.

Así, el propio Esparza picó al vacío tras una asistencia de Tiki Tiki pero falló en la terminación y Grbec tardó en definir.

En una jugada de otro partido, Saviola generó una falta en la puerta del área y Ramiro Funes Mori le pidió, de manera sorprendente, a Cavenaghi ejecutar encargarse él del tiro libre.

El central metió un preciso remate de zurda, con efecto, que se le coló al palo de Crivelli y River se puso en ventaja.

Sin embargo, el mediocampo de Temperley siguió sin desordenarse a partir de la buena dupla Di Lorenzo-Sambueza y llegó el merecido premio.

Di Lorenzo aprovechó otra vez que la defensa del local estaba mal parada cuando salía, puso una pase entre líneas y Esparza definió ante la salida de Chiarini.

En el complemento, el trámite no cambió y, consciente de la apatía ofensiva, Marcelo Gallardo metió tres cambios juntos: hizo debutar a Lucas Alario y colocó a Luis González y Gonzalo Martínez por dos delanteros (Boyé y Cavenaghi) con el fin de elaborar mejor desde la mitad de cancha.

Martínez arrancó bien y su gambeta parecía poder lastimar, aunque se apagó con el correr de los minutos, mientras que Lucho no aportó la capacidad para conducir que mostró frente a Tigre.

La visita sólo tenía presencia en ofensiva cuando Esparza recibía algún balón en ataque y se las ingeniaba para desbordar por izquierda y “robar” alguna falta, pero su soledad no lo ayudó.

River puso amor propio en los últimos diez minutos y encerró a Temperley contra su arco, aunque no le alcanzó para llevarse la victoria.