BUENOS AIRES (NA).- En un partido donde se puso el overol y dejó a un lado el traje de gala, River le ganó anoche 1 a 0 a Boca en el estadio Monumental y quedó mejor parado de cara a la revancha, en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
El único tanto del encuentro lo convirtió Carlos Sánchez de penal, a los 36 minutos del segundo tiempo.
Con este resultado, el equipo de Marcelo Gallardo queda bien parado de cara a la revancha del jueves próximo y obliga a que Boca tenga que conseguir un triunfo por más de un gol de diferencia para avanzar de instancia. Con una victoria por 1-0 irán a penales.
En cambio, River avanzará de ronda hasta perdiendo por un gol de diferencia, con un score de 2-1 o más.
A diferencia del clásico del domingo pasado por el torneo, River salió dispuesto desde el primer minuto a presionar a su rival y lo llevó a cometer varios errores.
En ese sentido, fue clave el ingreso de Leonardo Ponzio para este juego, debido a que con su dinámica el mediocampista le ganó el duelo a Gago, el cerebro de Boca, que nunca tuvo tiempo para pensar y siempre padeció el partido.
En la faceta ofensiva, el Millonario no fue tan certero como cuando tuvo que presionar y cortar el circuito de su adversario.
Salvo contadas excepciones, Sánchez y Driussi no rompieron por las bandas y el único que generó peligro fue Teo Gutiérrez, muy movedizo por el frente de ataque, pero impreciso a la hora de definir.
River tuvo varias aproximaciones aunque muchas de ellas no fueron profundas, a excepción de un remate de volea de Funes Mori que se fue por arriba del travesaño.
En el complemento, el equipo de Arruabarrena salió decidido a revertir esa pálida imagen que había dado y, en menos de un minuto, Calleri y Colazo tuvieron dos ocasiones claras para marcar.
Sin embargo, Barovero le tapó de manera excelente el mano a mano al delantero y en la otra ocasión el tiro desde afuera del área del lateral izquierdo se fue apenas desviado.
En esos sesenta segundos, el visitante había generado más peligro que el local en los 45 minutos iniciales.
Rápidamente, River reaccionó y Carlos Sánchez agarró mal parada a la defensa cuando estaba saliendo, picó al vacío pero definió a las manos de Orion.
Hubo una jugada que marcó el desarrollo del partido a partir de un error del árbitro Germán Delfino, quien sólo amonestó a Ramiro Funes Mori cuando le aplicó un planchazo a Pablo Pérez a pesar que correspondía roja directa.
A partir de allí, el encuentro se desnaturalizó un poco y se empezó a meter demasiada pierna fuerte de ambos equipos.
Gallardo hizo ingresar a Gonzalo Martínez por Driussi y el equipo tuvo que lamentar la baja de Ponzio, el mejor del encuentro, quien debió abandonar el campo de juego por un problema muscular.
Sin embargo, un mal pase de Gago -impreciso durante toda la noche- le permitió a River sacar un rápido contragolpe que terminó con un penal de Leandro Marín a Pity Martínez.
Carlos Sánchez, quien levantó el nivel en la segunda etapa, tomó el balón y cambió penal por gol.
Incluso, River pudo haber ampliado el marcador cuando otra vez de contragolpe quedó un futbolista mano a mano con Orion, pero como a lo largo de toda la noche Teófilo Gutiérrez definió mal y su remate lo tapó el arquero de Boca.
Como para redondear una noche pésima a nivel personal, el colombiano vio la tarjeta roja al dar un planchazo en mitad de cancha a Burdisso.
Con Daniel Osvaldo en cancha, Boca se posó los últimos minutos en campo de River, aunque no le alcanzó con colocar la pelota en el área rival para conseguir el empate.