SAN PABLO (AFP).– Tal como ocurrió hace siete días atrás, River tendrá otro duelo de vida o muerte para intentar continuar la defensa de la Copa Libertadores de América, cuando visite al San Pablo, por la quinta fecha del Grupo 1.
El partido comenzará a las 21:45 (hora argentina) en el estadio Morumbí de San Pablo, que lucirá repleto de hinchas paulistas, que intentarán meter presión.
El juez uruguayo Andrés Cunha será el árbitro, asistido por sus compatriotas Carlos Pastorino y Nicolás Taran, con televisación de Fox Sports.
Con el objetivo de la temporada fijado en la Libertadores, River no quiere sustos y aterrizó en la capital paulista con la motivación de cerrar definitivamente su boleto a octavos.
Pero, sobre todo, de vencer a uno de los grandes del continente ahora en apuros, para evitar que su panorama se complique, aunque tenga que cerrar la fase de grupos contra el débil Trujillanos en el estadio Monumental.
El delantero Rodrigo Mora, con problemas físicos, aseguró que jugará infiltrado si es necesario para no perderse el partido.
Con cinco puntos, el San Pablo es tercero del Grupo 1, por detrás de River, líder con ocho, y del conjunto boliviano, segundo con 7. Ya desahuciado, Trujillanos es último con apenas una unidad.
En la liga argentina, sin embargo, un River sin opciones cedió el sábado un empate ante el colista Sarmiento.
San Pablo, contrarreloj
En plena carrera contrarreloj por expiar sus pecados de la primera vuelta, donde no consiguió ninguna victoria, el equipo de Edgardo Bauza precisa pasar por encima de los argentinos para llegar con opciones a la complicada decisión en La Paz contra The Strongest de la semana que viene.
A pesar de estar clasificado para los cuartos de final del torneo regional, los del Patón Bauza suman una pobre hoja de servicios en 2016: siete victorias, seis empates y seis derrotas en 19 partidos oficiales.