La jugadora de Universitario de Río Grande, Rocío Osorio, sigue haciendo historia para el rugby femenino de la Tierra del Fuego tras sumar su primer entrenamiento como convocada oficial de Las Yaguaretés, el Seleccionado Argentino de Rugby, que inició un nuevo proceso en Casa Pumas.
BUENOS AIRES.- De La Soñada a Casa Pumas, porque soñar es lo más lindo y sin sueños no hay motivaciones. Después de haber mostrado su nivel y jerarquía con la camiseta de Universitario, Rocío Osorio decidió volar hacia Buenos Aires para perseguir la meta de llegar a los más altos niveles de la ovalada.
Fue campeona con La Plata Rugby, superó el proceso de adaptación y empezó a ser vista con otros ojos por los entrenadores: “El jueves 1 de agosto fui a la Academia como todos los martes y jueves, viajamos desde La Plata hasta el Romero Brest. En eso nos llama el entrenador Facundo Salas, a mí y a dos compañeras para contarnos que estábamos invitadas a la concentración nacional, no como convocadas, ya que solo entran 24 en la lista y el había tirado la idea de invitarnos para que el head coach Nahuel García, nos conozca y nos vea”, comenzó relatando.
“Nos dice que tendríamos que ir los últimos dos días de la concentración, por nuestra cuenta, si podíamos. A lo que las tres decimos que sí. Esa misma mañana nos llama de a una para contarnos la idea de él para esos entrenamientos, que teníamos que mejorar y donde le gustaría que juguemos”, comentó.
Pero esto cambió: “Una semana después, también jueves a la mañana, estábamos en el baño cambiándonos para entrar a entrenar y en eso recibo una llamada de la manager de Las Yaguaretés (también compañera del club), Magali Fazzi, para contarme que entro como convocada y que coordinábamos para que me buscara el transporte”.
“Ese día me llegaron muchos mensajes de cariño, mucha gente que se apropió del sueño, mi sueño ya no era mío, sino el de mucha gente. Eso me hizo enorgullecerme del trabajo que hice para llegar, me hizo agradecer a cada persona que me acompañó y cuando salí de la facultad, me largue a llorar todo el camino hasta mi laburo. Mientras tenía flashes de todo lo que pase en el proceso, lo bueno y lo malo, todo lo que viví allá con Uni, todo lo que viví acá en La Plata. Todo se dio como a la perfección, no creía que ya había llegado el momento y la oportunidad, pero si creo en que me lo merezco y que lo fui a buscar”, enfatizó emocionada.
Y finalizó: “Ahora solo voy a enfocarme en disfrutar, en vivir el proceso un día a la vez, corrigiendo lo que tenga que corregir y explotando todas mis habilidades y destrezas que ya tengo pulidas”.
Este miércoles concretó su meta, ya está un paso más cerca y no va a aflojar en ir por más…