El representante del Fondo en la región llamó al Gobierno nacional a “sostener los esfuerzos para apoyar a los segmentos más vulnerables”, reiterando el pedido del organismo de que la “motosierra” no caiga sobre la clase trabajadora.
BUENOS AIRES (PERFIL).- El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, juzgó el programa económico del Gobierno nacional y aunque elogió los resultados alcanzados, con los superávit fiscales en enero y febrero, pidió mejorar la calidad del ajuste.
“La calidad, quiero subrayar, no la cantidad”, indicó en el Foro IEFA LATAM 2024 en el Hotel Four Seasons de la Ciudad de Buenos Aires.
En la mirada de Valdés “las nuevas autoridades están implementando de forma decisiva un plan ambicioso de estabilización para alejar la economía de la crisis y restaurar la macroestabilidad”.
Tal como señaló el funcionario del Fondo, a cargo de Kristalina Georgieva, el plan del gobierno “está focalizado en un ancla fiscal muy fuerte que elimina completamente cualquier financiamiento del Banco Central al Gobierno a la vez que lo combina con políticas para bajar la inflación, para aumentar las reservas o también para reorganizar las distorsiones que están impidiendo el crecimiento en el país”.
No obstante, insistió en que “la herencia fue pesada”, apuntando contra la gestión de Alberto Fernández, y señaló que el camino a la estabilización “nunca fue fácil”. En este sentido, enfatizó en la necesidad de implementar “políticas sólidas en todas las áreas”.
Ante esto, destacó la importancia que simboliza para el FMI el “mantener los esfuerzos” para respaldar a los “sectores más vulnerables de la sociedad”, evitando que el ajuste recaiga “de manera desproporcionada en las familias trabajadoras”.
Esto último ha sido un pedido reiterado del organismo, que pese a avalar la “motosierra” sobre el gasto y la inversión pública, no deja de remarcar la trascendencia de apoyar a los sectores vulnerables, principalmente a los jubilados, con una licuación de los haberes que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), han sido los mayores aportantes, a nivel porcentual de los resultados superavitarios de los primeros dos meses del año.