LONDRES (AFP).– Cristiano Ronaldo, Zinedine Zidane y el gol de escorpión de Olivier Giroud: la ceremonia de entrega de los Premios “The Best” de la FIFA no deparó sorpresas ayer en Londres, con el Real Madrid como triunfador.
Como era de esperar, el conjunto blanco se hizo con los dos premios estelares de la noche, después de conquistar la liga española y la Champions la temporada pasada.
Resultado lógico, Ronaldo fue elegido mejor jugador por la FIFA por segundo año consecutivo, en el que puede ser el preámbulo del Balón de Oro, que será entregado en diciembre por la revista France Football.
El elenco de votantes de la FIFA; seleccionadores y capitanes nacionales, periodistas y aficionados, dio su apoyo al astro luso, ganador de cuatro Balones de Oro.
Su doblete en la final de la Champions en Cardiff ante la Juventus permanece en la memoria de los aficionados. Ronaldo terminó con 12 dianas como máximo realizador de la competición, por delante de su gran rival del Barça, Leo Messi.
Doble decepción
Los dos rivales del portugués, Messi y Neymar, sólo pudieron aplaudirlo después de una temporada en la que el Barça sólo conquistó la Copa del Rey.
El brasileño cierra el año no obstante con el título honorífico de ser el fichaje más caro de la historia, con los 222 millones de euros que el PSG pagó al Barça por su traspaso.
El galardón al mejor entrenador recayó en el francés Zinedine Zidane, que el año pasado se quedó en la puerta en detrimento del italiano Claudio Raniero, ganador de la Premier con el Leicester.
Zidane, que no se considera a sí mismo como el mejor entrenador del mundo, conquistó la Liga de Campeones por segunda temporada consecutiva, además de la Liga española con el conjunto blanco.
El once del año contó con cinco madridistas; el arquero fue Gianluigi Buffon (Juventus), con Dani Alves (PSG), Leonardo Bonucci (AC Milan), Sergio Ramos y Marcelo en defensa. Un centro del campo con Luka Modric, Toni Kroos y Andrés Iniesta (Barcelona), y un trío atacante con Messi-Ronaldo-Neymar.
El francés Olivier Giroud conquistó el premio Puskas al gol más bonito del año 2017 por su remate estilo escorpión ante el Crystal Palace en enero.
El francés se impuso a la venezolana Deyna Castellanos y al arquero sudafricano Masuluke Oscarine.
Castellanos se quedó también en puertas del premio a la mejor jugadora, que recayó en la holandesa Lieke Martens.