Salvemos al Fútbol publicó un diagnóstico sobre la violencia en el fútbol en la gestión Cambiemos. De acuerdo con la entidad nacida en el año 2006, desde 1983 se produjeron más de 220 muertes asociadas al espectáculo o a sus hinchas en el fútbol argentino, de las cuales casi 100 ocurrieron en los últimos 10 años.
BUENOS AIRES.- La Asociación Civil Salvemos al Fútbol publicó un informe titulado “El problema de la violencia en el fútbol hoy” en el que realiza un diagnóstico para pensar la seguridad deportiva en Argentina. El documento, que entre otras lleva la firma de su presidente, el Dr. Mariano Bergés, parte de realizar una evaluación de la gestión Macri para culminar con una serie de líneas de acción y propuestas para pensar acciones futuras.
A esa cifra –y según estudios de la propia organización- debe agregarse un promedio anual de 62 hechos de violencia que no derivaron en muertes.
El documento expresa que “para el Gobierno de Macri, el problema de la violencia en el fútbol fue leído exclusivamente como un problema de barras bravas”. “Cambiemos trabajó exclusivamente bajo la lógica de la prohibición, con la premisa de que el hincha de fútbol es un sujeto potencialmente peligroso que debe ser controlado, y no un sujeto de derechos que debe ser cuidado”, agrega.
En relación con el programa “Tribuna Segura”, uno de los pilares de la actual gestión, la Asociación Civil destaca que “reproduce la idea de que extirpando a esos sujetos de las canchas estas serían un lugar pacificado y ameno, como si la violencia y el desorden fuesen únicamente el producto de sujetos individuales desviados y violentos”.
La ONG asegura que esta iniciativa va de la mano del Decreto 246/17 mediante el cual el Poder Ejecutivo se adjudicó la potestad para incluir personas en el Derecho de Admisión y que generó que si hasta 2017 había 1500 personas restrictas de acceso al estadio, hoy haya cerca de 5000. “Hay un porcentaje considerable que están incluidos por motivos cuestionables. Para los hinchas no está muy claro cuánto dura la prohibición, cuáles son los motivos que la justifican y cómo se sale de esos listados. Estas situaciones hicieron que la herramienta se esté implementando de manera desprolija e incluso arbitraria”, destacan.
Por todo esto, la entidad sostiene que la gestión Macri le dio una fuerte impronta policialista que genera “un gasto excesivo del Estado”, que obliga a las fuerzas de seguridad a prever una asignación desmedida de recursos humanos, que no logra resolver la prohibición del público visitante y que no se sostiene sobre protocolos de actuación policial.
La Asociación asegura que mediante la lógica de la prohibición la gestión Cambiemos realizó “un importante foco de comunicación política y de gestión”. Sin embargo, indican que “las experiencias de otros contextos (Brasil, Alemania, Colombia, Inglaterra, Bélgica) demostraron que un estadio más seguro para los espectadores no es únicamente un estadio hipervigilado e hipercontrolado, sino un estadio donde las personas puedan sentirse a gusto, estar cómodas, expresarse y reproducir rituales colectivos”.