BUENOS AIRES (NA).– El entrenador de la Selección, Jorge Sampaoli, repitió ayer una formación con Sergio “Kun” Agüero como centrodelantero titular, mientras analiza la opción de Eduardo Salvio como lateral derecho, en un esquema más ofensivo para tratar de romper el cerrojo que piensa Islandia para el debut en el Mundial de Rusia 2018, el próximo sábado en Moscú.
En el primer turno de entrenamiento de ayer en Bronnitsy, las pruebas continuaron para la Selección albiceleste, aunque son solo tendencias.
El Kun Agüero, entonces, le sacaría una luz de ventaja a Gonzalo Higuaín, aunque no hay confirmación, ya que Sampaoli suele probar.
El delantero del Manchester City compartió la ofensiva con Maximilino Meza -que se volvió una fija ante la lesión de Manuel Lanzini-, Lionel Messi y Angel Di María.
De los ejercicios tácticos se desprende otro tema importante, y es que volvió a probar al Toto Salvio como lateral por la derecha, en lugar de Gabriel Mercado.
La duda en ese sentido pasa por la altura y la ganancia aérea que le da la presencia de Mercado, contra el rompimiento ofensivo y la velocidad de Salvio para sumarse al ataque, ante un rival como Islandia, que se refugiará para intentar golpear de contraataque.
Sobre el final de la práctica en el primer día soleado y con un poco de calor en Bronnitsy, Sampaoli también dejó ver otra de las dudas que le dan vueltas en la cabeza y que tendrá que resolver próximamente.
Sacó a Giovani Lo Celso y ubicó al lado de Javier Mascherano a Lucas Biglia, el doble cinco que enmarcó la llegada a la final del último Mundial en Brasil 2014.
Lo Celso es una conexión más pensada en función de Messi, darle alternativas, que de Mascherano, y por eso la opción Biglia aparece más apuntada al Jefecito.
¿Cómo se adaptó Enzo Pérez?
El mediocampista mendocino Enzo Pérez, el último en sumarse a la Selección argentina a partir de la grave lesión de Lanzini en Barcelona, se incorporó a los trabajos con el resto de sus compañeros ayer en Bronnitsy.
“Tenía un período de vacaciones normal después de haber terminado el campeonato”, explicó en declaraciones al sitio oficial de la AFA.
En ese sentido, aclaró que no llega falto de ritmo de entrenamiento, pero sí futbolístico, ya que luego del final de la Superliga tuvo vacaciones junto a su familia.
“Me estuve entrenando la última semana y estoy tratando de acomodarme ahora para estar a la par de mis compañeros”, finalizó.
A puertas abiertas
Más de medio millar de hinchas, entre niños rusos y viajeros argentinos, le dieron ayer un baño de afecto a los jugadores de la Selección argentina, que bajo la bandera de Lionel Messi, disfrutaron de una jornada distinta a cinco días del debut ante Islandia, por el Grupo D del Mundial de Rusia.
Si bien existió una práctica intensa pero informal, fue la excusa perfecta para cumplir la obligación de la FIFA y abrir las tribunas para que, entrada mediante, los niños de la pequeña Bronnitsy vean de cerca a los mejores futbolistas del mundo.
Con camisetas del Barcelona, en su mayoría, y también albicelestes, Messi fue el obvio imán que acaparó los autógrafos y las fotos durante la hora y media que salió a una de las canchas del búnker de la Argentina.
Allí se trasladó también una gran cantidad de medios de todo el mundo, que casi igualaron en cantidad a los hinchas argentinos -en menor medida- y a los pequeños que forman parte de una comunidad que no supera los 20.000 habitantes y que está revolucionada desde que se confirmó el viaje de la Selección para alimentar sus sueños de título.
En el campo, planeado por el subcapitán Javier Mascherano a pedido del entrenador Jorge Sampaoli, se programó una práctica con ejercicios técnicos en la primera parte y un fútbol en espacios reducidos para terminar.
Allí, con Messi como comodín, hubo goles, lujos y atajadas que levantaron al público, generaron aplausos y los clásicos gritos de cancha.
También, el puñado de argentinos que pudo ser testigo de esta actividad obligatoria por parte de la FIFA se animó a cantar las típicas canciones de aliento para la Selección albiceleste.
Al final, la Pulga rosarina se acercó hasta las tribunas del campo de juego de Bronnitsy, se sacó fotos, firmó innumerable cantidad de autógrafos en camisetas y pelotas, acompañado por otros jugadores solicitados como Paulo Dybala, Sergio Agüero, Gonzalo Higuain y Mascherano, principalmente.
Así, la Selección argentina, como ocurrió en cancha de Huracán antes de viajar a Moscú, recibió un baño de afecto a cinco días del debut ante Islandia.