BELO HORIZONTE (AFP).– San Lorenzo intentará hoy avanzar a la segunda ronda de la Copa Sudamericana, al tener que defender el 1-0 obtenido como local ante Atlético Mineiro, que buscará hacerse fuerte en su cancha y ante sus hinchas.
Los dos excampeones de la Libertadores se verán las caras a partir de las 21:45 (hora argentina) en el estadio “Independencia” de Belo Horizonte, con arbitraje del chileno Julio Bascuñán, asistido por sus compatriotas Carlos Astroza y Christian Schiemann.
San Lorenzo llega de festejo, con un pie en las vacaciones y el otro en la Copa Libertadores 2019, porque su victoria de este viernes ante Belgrano (2-0) y el empate después de Independiente frente a Gimnasia, aseguraron al Ciclón su plaza en la próxima fase de grupos.
Tercero en la Superliga, y aún con posibilidades remotas de ser campeón, San Lorenzo quiere estirar las buenas sensaciones de esta recta final ante un Mineiro que se le escapó vivo en la ida.
Para la decisión en Brasil, Claudio Baggio no podrá contar con el central Matías Caruzzo, todavía lesionado.
Del otro lado, con el exigente Brasileirao aumentando la velocidad, la Copa nacional en juego y la Sudamericana poniéndolo contra las cuerdas a las primera de cambio, al Atlético Mineiro apenas le ha quedado tiempo para superar el duelo de su final estadual perdida.
No hay hueco para nada en el ajustadísimo calendario del fútbol brasileño -menos aún este año, con el parate del Mundial-, y el Galo va cumpliendo como puede.
Con dos victorias de cuatro en liga, donde es sexto, y la eliminatoria de la Copa de Brasil por resolver, hoy tiene el primer ultimátum ante San Lorenzo, a quien debe vencer por más de un gol de diferencia si no quiere salir por la puerta de atrás de esta Sudamericana.
Muchos frentes abiertos para este Mineiro que no consigue brillar, pero que tampoco quiere establecer prioridades, pese a que entre 1 de abril y 19 de mayo disputará 14 partidos de cuatro competiciones diferentes, según el recuento del diario Superesporte.
Pero para eliminar a San Lorenzo, su sucesor en el trono de la Libertadores en 2014 y campeón de la Sudamericana en 2002, el Galo tendrá que mostrar su mejor cara.
Deberá mostrarse más contundente que el sábado en Sao Paulo, cuando logró remontar un resultado adverso, pero acabó dejándose empatar en la recta final.
Para lograrlo, en el Mineiro se aferran a los buenos recuerdos que les dejaron sus últimas eliminatorias contra equipos argentinos, a los que lograron dejar fuera de los cuatro duelos a vida o muerte en los que han cruzado.
La última víctima hermana, como los brasileños llaman con sorna a sus vecinos, del Galo, fue Racing, a quien sacaron de los octavos de Libertadores hace dos años.