A raíz del encuentro realizado entre miembros de la Cámara de Comercio de Río Grande y la AREF, se analiza implementar un programa que permita poner un freno a las ventas no formales.
RIO GRANDE.- Al respecto, la vicepresidenta de la Cámara de Comercio de la ciudad de Río Grande, Marilina Henninger se refirió al crecimiento de la competencia desleal que ha comenzado a surgir en el último tiempo en toda la provincia. Dicho incremento se da “a raíz de la gran cantidad de ventas informales que se están viendo”, como una medida para paliar la crisis. “Esa gente ha encontrado en el comercio, una salida laboral, fácil, rápida y que le permite seguir adelante”. Asimismo, agregó que “cada vez más se está sintiendo esta competencia desde las ventas informales que hoy están en la calle. A raíz de ello, se analiza la realización en conjunto entre la Cámara de Comercio y la provincia, de realizar un programa que incentive el compre legal”. La Vicepresidenta de la Cámara indicó que “la intención es trabajar de alguna manera proactiva, para que aquellas personas que han encontrado este recurso de la venta, puedan llegar a formalizarse. Evitando afectar a aquellos comercios que están dando una competencia leal, que están pagando sus tributos, ofrecen empleo en blanco y pagan alquiler”.
Henninger aclaró que “esto se debe a la gran cantidad de ventas con sistemas on line y los famosos showroom, estos comercios que no tienen venta a la calle y que no cumplen con todas las exigencias un comercio formal, la habilitación comercial, los protocolos, el pago de impuestos”. Agregando que “son un montón de condicionamientos que tiene el comercio formal y que uno informal no lo tiene y que por todas esas cosas que deja de pagar, puede tener mercadería a mejores precios. Es entendible que el consumidor lo que busca es el menor precio, pero eso termina afectando a toda una cadena económica y que a la larga nos perjudica a todos. Perjudica al comercio formal que no tiene los mismos costos, que tiene que sostener puestos de trabajo, y que si no logra vender, por ahí tiene que cerrar y pierde esos dos puestos de trabajo. Esos mismos que son los que compran en el almacén, la verdulería, que dan otro tipo de servicios. Es toda una cadena productiva y económica que se ve afectada por ese tipo de actividades”. De esta forma, “vamos afectando a todo este entramado económico que tiene la ciudad y que en definitiva, nos va a perjudicando a todos”. Asimismo, se aclaró que otro de los actores perjudicados es el propio Estado, el cual no percibe los ingresos brutos, dinero que necesita para la asistencia de seguridad, educación y salud. “Son temas que tienen que estar en las conversaciones de una mesa de diálogo multisectorial, porque no solamente abarca a las autoridades provinciales, también a las municipales y nacionales. Todos en algún punto están siendo afectados por esta proliferación de las ventas informales y que tenemos que buscarle una alternativa, una solución, por eso el primer paso que dimos junto con el titular de la AREF, es buscar un programa que incentive la venta legal”. Recordó que “en algún momento se hizo a través de la Afip con sorteos ante todas las facturas que se emiten formalmente y que forman parte de una base de datos. Esto es una forma proactiva de ir indicándole a la gente que compre en alguien que tenga una factura legal, en un comercio habilitado. Finalmente, aclaró que “un comercio formal recibe muchísimas inspecciones y se trata de brindar el mejor servicio. Probablemente en el comercio informal, solo prime el servicio que tiene que ver con el precio del producto”, sostuvo Marilina Henninger.