Es el segundo caso que las rescatistas encuentran en poco tiempo, más de 30 animales en casa de un matrimonio de ancianos. Los gatitos ya fueron rescatados y están siendo atendidos por el veterinario Jeremías Sarmiento pero, desde la protectora, advierten que se debe tener mayor cuidado con las mascotas.
RIO GRANDE.- Esta vez son 30 gatos en una misma casa. Los dueños son un matrimonio de ancianos que hasta hace poco tiempo pudo tener la población de animales bajo control, pero ahora estaban viviendo en condiciones antihigiénicas y hacinamiento.
“Buen día, me comunico con ustedes para consultarles si existe la posibilidad de que me puedan ayudar a mí y a mi familia a reubicar alrededor de 30 gatos, son 10 cachorros y 20 adultos aproximadamente. Sé que son muchos y que va a ser muy difícil, pero queremos hacer todo lo posible para que encuentren una casita en la que estén bien. Comento un poco el panorama: son de mis bisabuelos; hace cosa de un año perdieron contacto con la familia, ayer a mi bisabuelo le dio una baja de azúcar y tuvo que ser hospitalizado, asistiendo la Policía a la casa y una doctora, y al ver el estado en el que está la casa nos avisaron que hay que sacar a todos los animales de forma urgente”, publicó una vecina en el grupo de Facebook.
Inmediatamente Ángeles Aguirre y otras colaboradoras se acercaron a la vivienda para ayudar con el rescate de los animales. “Me avisaron y comprobamos que había por lo menos 30 animales. La verdad, otra vez estamos desbordadas”, reconoció la mujer.
Enseguida se agrupó a los felinos y se llamó al veterinario Jeremías Sarmiento para atender a los gatitos que presentaban múltiples patologías.
“Actualmente tengo en la veterinaria siete gatos adultos y cinco cachorros. Se entregaron ya dos animales en adopción que estaban castrados”, informó Sarmiento.
Además corroboró que los gatos provienen de una casa en la que vivía una pareja de ancianos que tenían por lo menos treinta animales. Además de gallinas y patos. “Ahora se está castrando a las hembras. Había sólo dos machos que no estaban castrados, el resto ya estaba castrado. Al parecer, es una familia que hasta hace un tiempo tenía control sobre la población de gatos que tenía en la casa. Pasa que la persona sufre de demencia senil, así que la situación se le fue de las manos. En este momento está casi todo cubierto, los gatos están internados en la veterinaria, por lo tanto tienen alimento”, recalcó el veterinario.
Todavía, sin embargo, queda mucho por hacer, aún quedan muchas de las operaciones e intervenciones realizadas a los animales por ser costeadas, y a eso se suma la necesidad de alimentos y piedras sanitarias para las casas que los reciben en tránsito hasta que sean adoptados definitivamente.
“Lo que haría falta es apoyar económicamente a estas chicas que son las que se hicieron cargo del rescate, porque más allá de que muchas cosas van de parte de la veterinaria, les hace falta ayuda. Yo como médico actúo ayudando una vez que llegan acá a la vete. Mucha gente ha aportado, desde plata, alimento, piedritas; pero bueno, va a llevar algún tiempo entregarlos porque algunos gatos están enfermos, además a los gatos adultos no es tan fácil que los adopte la gente”, reconoció Sarmiento.
En cuanto a las enfermedades que tienen algunos de los animales, el médico veterinario explicó que son los cachorros los que contrajeron males de tipo respiratorio: “creemos es que por las condiciones de hacinamiento en que vivían, ya que no había buena ventilación, y lo que me contaron las chicas que hicieron el rescate es que había olor a pis y caca, que en sí es olor a amoniaco, ácidos butílicos, y otros que se forman con la descomposición de la materia fecal. Los que están con cuadros respiratorios son todos cachorritos de uno, dos y tres meses. Los gatos adultos están casi todos bien, están bien alimentados, sólo uno con un tumor que no había sido atendido pero vamos a ver si se puede operar”.
Además, Sarmiento recordó que es necesario llevar un control de los animales, aunque a veces no se tenga muy en cuenta. Especialmente de aquellos que se acostumbran a salir y cazar roedores, que pueden llegar a contraer toxoplasmosis. “Hay que estar atento, aunque de todos modos, no es tan contagiosa como se considera. Incluso muchas personas podemos tener toxoplasmosis por consumir carne mal cocida o verduras sin lavar. Para contraerla, hay que de algún modo entrar en contacto sin guantes con la casa del gato, y llevar después la mano a la boca porque ingresa vía oral. A su vez el mayor riesgo es para las embarazadas, que si se hacen los controles, aún durante la búsqueda del embarazo, enseguida se detecta, se desparasita al animal”, recalcó.
A fin de evitar estas cuestiones el profesional recordó otra vez la importancia de la limpieza del hábitat del animal, la vacunación y desparasitacion, y el uso de comederos individuales. “La castración evita que salgan también, y por lo tanto que coman roedores, que ellos sí transmiten enfermedades”, insistió el veterinario.
Por último agradecer a Patricia, Laura, por la ayuda en el rescate; a Graciela, y Any por su colaboración en el traslado de los animales. Y a toda la gente que colaboró y sigue colaborando con dinero, alimentos, piedras. Pero es muy importante recordar que esterilizar a los gatos también, y evitar que haya una superpoblación de animales”, recalcó Ángeles.
Los que quieran colaborar con las rescatistas pueden comunicarse a los números 2964-580856 y 2964-537231 o acercarse a la veterinaria de Jeremías Sarmiento, en la esquina de Ushuaia y Panamá, frente a la plaza, ya que todos los días se hacen castraciones y otras cirugías o intervenciones.