El Gobierno nacional le puso fin al congelamiento de los combustibles y dispuso un nuevo aumento del 4% que rige desde ayer en todas las estaciones de servicio. En los surtidores de YPF de Tierra del Fuego la nafta súper se elevó a $38,39, mientras que la premium cuesta $45,89.
RÍO GRANDE.- El Gobierno nacional le puso fin al congelamiento de los combustibles y dispuso un nuevo aumento del 4% que rige desde ayer en todas las estaciones de servicio. El litro de nafta en la provincia se elevó un peso, mientras que la súper cuesta casi dos pesos mas por litro.
El miércoles por la tarde, la Secretaría de Energía dio a conocer la noticia y de esta forma dejó de lado el congelamiento de precios que iba a durar tres meses.
El comunicado oficial fundamentó la medida en la “volatilidad internacional del precio del petróleo”, luego de que el valor internacional del barril de crudo se disparara en los últimos días por el ataque a terminales petroleras en Arabia Saudita.
De esta manera, en la provincia un litro de nafta super pasó a costar de $ 37,36 a $38,39; la premium de $44,10 a $45,89; el diesel de $38,44 a $39,99 y el diesel premium de $45,50 a $47,34.
El aumento del 4% en los combustibles autorizado por el Gobierno pese al congelamiento establecido hace un mes es sólo un “paliativo”, porque los precios tienen un atraso de al menos 25%, estimaron los dueños de estaciones de servicio.
Este nuevo ajuste, que seguramente repercutirá en el índice de inflación de septiembre, fue dispuesto por decreto del Ejecutivo nacional ante los reclamos de las petroleras, aunque mantiene la anterior disposición que ordenaba congelar las tarifas.
En Buenos Aires llenar el tanque de combustible puede costar no menos de 2.500 pesos y en el interior los costos son mayores.
“Es un permitido dentro del congelamiento”, indicó el presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos, quien justificó el aumento ante el encarecimiento de los precios internacionales del petróleo.
Sobre el atraso en las tarifas, dijo: “Hay distintos cálculos, algunos hablan de un 25% y otros de un porcentaje mayor, algunas compañías hablan del 35%”.
Admitió que hubo “una compensación que otorgó el Gobierno, por $1700 millones de pesos, pero cubre parcialmente la diferencia entre el valor internacional y el interno de los combustibles”.
“Los precios de referencia los colocan las compañías petroleras. YPF tiene casi el 60% de las ventas, tiene precios fijados en forma estricta por parte de la compañía y son diferentes en cada zona”, explicó en declaraciones radiales.
Sostuvo que “estas diferencias tienen que ver con la logística, el flete y la demanda en cada zona” y admitió que “donde hay una diferencia notable es entre Capital Federal y el resto del país”.
Más allá de las explicaciones, los automovilistas de Capital y el resto del país deberán pagar un 4% más el valor de los combustibles.
En la ciudad de Buenos Aires, YPF pasará a vender el litro de nafta súper a $ 45,49; la Infinia, $ 52,49; el gasoil común, 42,59 y el “premium”, $ 48,84.
En el caso de Shell, los precios serán los siguientes: $45,91 para la nafta súper; $52,97 para la premium; $43,96 para el diésel y $49,92 para el diésel premium.
Axion venderá a $45,64 el litro de nafta súper; 52,92 la premium; $43,82 el diésel y $50,66 la versión premium.
“Lo preocupante no es este 4% sino lo que vaya a ocurrir cuando termine el congelamiento. Ahí quedan liberados los precios y ahí puede haber un aumento del 25%”, alertó Castellano.
Gabriel Bornoroni, titular de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines (FECAC), consideró que “hoy hay mil estaciones de servicio que están desabastecidas directamente porque las petroleras dejaron de vender con el congelamiento”.
Creo que este aumento permitido por el ÇGobierno va a frenar el desabastecimiento en las estaciones de servicio”, afirmó, en declaraciones radiales.
Para justificar el aumento, la Secretaría de Energía explicó que “los recientes acontecimientos -de público conocimiento- sucedidos en el mercado internacional de petróleo conllevan a una situación imprevista y significativa de incremento de precios de referencia internacionales que podrían impactar en la producción y el desarrollo de los hidrocarburos en nuestro país”.
El anterior decreto, firmado el 2 de septiembre, establecía un plazo de 90 días corridos para que las productoras y refinadoras no aumenten los valores.