Según calculan hay un piso de 81 diputados que defenderán la voluntad del Poder Ejecutivo que, entre ausencias y abstenciones, podían garantizar un nuevo triunfo legislativo para el oficialismo.
BUENOS AIRES (NA, por Sofía Rojas).- En una nueva apuesta legislativa el Gobierno se muestra optimista con los números para sostener este miércoles el veto que dictó el presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario en la Cámara de Diputados.
Tras la definición del PRO, que se pronunció a favor de la voluntad del Poder Ejecutivo, las cuentas parecen darle a los negociadores violetas que reciben de los aliados las críticas a la gestión en materia de administración de las universidades.
El oficialismo necesita 86 diputados de la totalidad de la Cámara Baja (257), pero especula con las ausencias o potenciales abstenciones, lo que achicaría la demanda. Por eso, y con la garantía de uno de los principales aliados, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el principal asesor de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem, y el jefe de bloque de La Libertad Avanza (LLA), Gabriel Bornoroni, negocian a contrarreloj las voluntades de los legisladores.
Al momento, las hojas de cálculo oficialistas dan un piso de 81 votos, que podría ampliarse, y entre ausencias y potenciales abstenciones, le dan esperanzas al oficialismo.
Según una fuente involucrada, con 34 de los 38 del PRO, teniendo en cuenta que Álvaro González y Héctor Baldassi anticiparon que votarán en contra y la ausencia de Héctor Stefani, alcanzan las 73 voluntades contando a los 39 plenos de La Libertad Avanza.
A ese número esperan la adhesión de los dos diputados del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y albergan la ilusión de que el jefe de bloque, Óscar Zago, asista a la sesión. También cuentan con los tres legisladores del bloque Independencia que responde al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y el acompañamiento de dos de los cinco radicales díscolos, Luis Picat y Ricardo Campero, quienes ya comunicaron su apoyo y ven factible que José Tournier se incline a respaldar.
Con esos números esperan el respaldo de la tucumana Paula Omodeo para alcanzar el piso de 81 votos asegurados.
En ese marco, las negociaciones continúan y la expectativa para abultar el número está en el bloque Innovación Federal. Entre cafés y llamados, la intención es acercar a dos de los tres salteños, Pablo Outes y Yolanda Vega, que responden al gobernador Gustavo Sáenz, dado que la titular del bloque, Pamela Calleti, anticipó que votará en contra.
Despiertan optimismo también el rionegrino Agustín Domingo y las sanjuaninas del bloque Producción y Trabajo, Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno, quienes ya respaldaron el veto a la actualización jubilatoria.
El oficialismo necesita también de los cuatro misioneros (Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruíz, Daniel Vancsik) que pese, a no garantizar el pleno respaldo, prometieron “no ir en contra” de las voluntades del Ejecutivo, lo que podría traducirse en abstenciones o ausencias.
Ante ese escenario, de garantizarse el piso de 81 diputados, en el oficialismo se juegan a consolidar 14 ausencias o abstenciones, lo que obligaría a la oposición a requerir de 162 legisladores para revertir la situación.