Singapur, la perla de Asia un destino soñado

Singapur es una ciudad, que a su vez es una isla y también una nación. En 50 años se ha convertido en el emblema del capitalismo con iconos como el famoso edificio de las 3 torres.

Por Alejandro Martínez Notte.- Esta ciudad-estado del sudeste asiático, antigua colonia comercial británica, es hoy una de las más prósperas del mundo.

Los imponentes rascacielos se mezclan con la herencia china, malaya e india presentes en los distintos enclaves culturales de Singapur.

Chinatown es un resumen en pequeña escala de la vida de un barrio chino, repleto de templos, centros comerciales, mercados y casas antiguas que contrastan con el ultramoderno y cercano distrito financiero.

La cultura árabe alcanza su máxima expresión en Kampong Glam, a los pies de la Mezquita del Sultán. Muy cerca de allí está el Centro del Patrimonio Malasio, anteriormente Palacio del Sultán.

El legado Peranakan, fruto de la combinación de tradiciones chinas y malasia, se refleja en la arquitectura, la gastronomía y las tiendas de artesanías tradicionales de los barrios de Joo Chiat y Katong.

Separado del distrito financiero por el río Singapur, las famosas tres torres son en realidad un complejo, llamado Marina Bay Sands, que incluye hotel, casino, centro comercial, centro de convenciones y museo… todo coronado por la piscina elevada más larga del mundo, nada menos que en el piso 57.

Hace tres años abrieron al lado del complejo los jardines Gardens by the bay: un gran parque público gratuito que reúne a expatriados y locales. Alberga dos grandes domos, en uno se reproducen los diferentes paisajes del mundo y otro cobija el jardín vertical con las cascadas interiores más altas del planeta. Dominando el conjunto, los llamados super trees se han convertido en otro de los símbolos de Singapur.

En otro estilo, el Jardín Botánico con 150 años de historia, 63 hectáreas y decenas de ecosistemas perfectamente recreados cuenta además con uno de los parques de orquídeas más grandes del mundo, con más de 60.000 plantas. No sólo nos fascina la belleza del lugar, también aprender cosas como que la mejor manera de alimentar a las orquídeas es colocando en su base pelo natural.

En Sentosa, también conocida como “la isla de la diversión” encontraremos múltiples formas de pasarlo bien, desde la visita al S.E.A. Aquarium, las atracciones del parque Universal Studios, la experiencia única de volar en el Fly ó el Skyline Luge Sentosa, una atracción para todas las edades con bonitas vistas desde la telesilla sumado a la adrenalina controlada del SkyRide, un trineo sobre asfalto con el bajar a la velocidad que uno desee hasta la playa de Siloso.

Cruzando en bote podemos visitar Pulau Ubin. Dicen los locales que es una de las últimas zonas rurales que se encuentran en Singapur, aunque en realidad es un gran parque en el que pasear entre la fauna y flora locales. La mayoría lo hace en bicicleta sin miedo de cruzarse con los jabalíes locales.

En la línea de lo que ofrece Singapur, con una oferta en la que reina la seguridad, están sedados para evitar que su presencia se traduzca en algún tipo de amenaza. Pasarelas que entran en el mar y observatorios elevados desde los que admirar las copas de los árboles y la cercanía de Indonesia, componen un recorrido con el que hacerse una idea de lo que era el lugar antes de que llegase el frenesí arquitectónico.

De regreso a la isla de Singapur visitamos un Food Court, una de las tantas plazas de alimentación que permiten en poco espacio deleitarse con comida y bebida de todo el mundo.

Con el atardecer, lugareños y turistas se concentran en Merlion Park, junto al distrito financiero y frente al Marina Bay Sands: es el mejor lugar para disfrutar del show de luces y de la oferta gastronómica más exclusiva de la ciudad. Fuente: Compartiendo Turismo.

Curiosidades de Singapur

El 92% de los singapurenses son dueños de su vivienda, la tasa más alta del mundo. ¿La causa? Más del 80% de casas son subvencionadas por el gobierno. Todo un ejemplo para otros países.

Singapur es uno de los únicos tres estados en el mundo que no tienen capital. Los otros dos son Mónaco y Ciudad del Vaticano.

El cielo de la ciudad está muy concurrido por el tráfico aéreo que atrae Changi, el mejor aeropuerto del mundo. Por eso los nuevos rascacielos tienen prohibido sobrepasar los 280 metros. Ya hay 4 edificios en Singapur que miden exactamente eso: One Raffles Place, UOB Centre, UOB Plaza y Republic Plaza.

Si te apetece una Coca-Cola fresquita pero no llevas suelto, en Singapur hay una máquina que se conforma con un abrazo. En la Universidad Nacional de Singapur, hay una máquina dispensadora con las palabras “Hug me” (abrázame). Cuando detecta que pones los brazos a su alrededor te regala una lata de refresco.

No importa que Singapur sea uno de los países más pequeños del mundo. Su presidente cobra cuatro veces más que Donald Trump. La escalofriante cifra de 1,7 millones de dólares al año, algo más de 1 millón de euros.

Otra de las curiosidades de Singapur es que cada 7 de noviembre plantan árboles. Se trata del Día Nacional de Plantar Árboles. La pasión llega a tal punto que es muy común adoptar árboles, ponerles nombre y cuidarlos hasta que algún hijo se casa y se lo regalan.

La Fuente de la Riqueza está en el centro comercial Suntec City. Mide casi 14 metros de altura y durante algunos periodos de día deja de salir agua para que la gente pueda caminar hasta el centro de la estructura por unas pasarelas. Allí hay monedas que atraen la riqueza y buena suerte. Aunque para fortuna la que se dejaron al construirla, ¡casi 6 millones de euros!

Según un estudio hecho por el British Council, los peatones de Singapur son los más rápidos del mundo. Caminan a una media de 6,15km/h por su ritmo de vida agitado. Les siguen los peatones de Copenhague y Madrid.

Con lo rápido que caminan, en Singapur no vale la pena tener un coche. Para poder usarlo se necesita un certificado del gobierno llamado COE (Certificate of Entitlement). Esta acreditación no es para nada barata, cuesta unos 50.000€ para un coche normalito y dura 10 años. Cuando toca renovarla, la mayoría de los privilegiados que tienen un coche deciden cambiárselo. Esta política tan estricta del gobierno intenta evitar la contaminación.

Para acabar nuestras curiosidades de Singapur no podía faltar otro día nacional. Cada 1 de octubre está dedicado a los menores de 12 años. Incluso los profesores les llevan regalos y el viernes de esa semana tienen el día libre. Fuente: Los Travaleros.