“Somos empleadas domésticas, no esclavas”

Lo dijo Dora Sánchez, Delegada de la UTDA (Unión de Trabajadores Domésticos y Afines). Trabajo en negro, y precarización, apenas algunas irregularidades que sufren los trabajadores domésticos.
RIO GRANDE.- Una Resolución de la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares fijó en 2015, el día 3 de abril como Día del Personal de Casas Particulares. La normativa nacional aclara que este día es no laborable, y en caso de trabajar, el personal debería percibir un incremento del 100% en la jornada. La violación de esta norma es sólo una de las irregularidades que las trabajadoras doméstica sufren a diario.

Dora Sánchez trabaja como empleada doméstica desde hace 22 años. Desde el 2015, recibió la designación como Delegada. “Más allá de mi designación, no hay un gremio constituido. No hay una comisión de empleadores, que debería articular con nosotras y el Ministerio de Trabajo una regulación provincial”, manifestó Dora.

Entre los primeros inconvenientes, se encuentran que, al no haber por lo menos 15 empleadas domésticas trabajando en blanco, no pueden armar una comisión gremial. A raíz de esto, sin empleados y empleadores, tampoco se puede elaborar un convenio colectivo de trabajo.

“Hay una Ley, -aclara Dora- la 26.844 que nos regula, y que hay que cumplir”.

Esta Ley, sancionada en 2013, establece un Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares. En él se contemplan las condiciones del trabajo doméstico. Se fija un piso salarial por hora, se establecen 5 categorías en las que se diferencian las tareas de limpieza, de cuidado de persona, de supervisión o personal a cargo, y de mantenimiento u otras tareas que requieren capacitación específica o idoneidad.

Además de la Ley Nacional, la Comisión Nacional de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, estableció en 2016, un piso salarial, con un promedio de 65 pesos por hora para las diferentes categorías. Esta normativa también establece las contribuciones que debe pagar mensualmente el empleador: entre 12 y 35 pesos mensuales, y una cuota de riesgo de trabajo que va desde los 120 a los 230 pesos mensuales, según la cantidad de horas semanales que trabaje el empleado a cargo.

“El trámite para el blanqueo, se puede hacer desde Internet. Lo aportes pueden pagarse a través de Pago mis Cuentas desde el Home Bancking. A mí muchos me dicen ‘pero viene dos horas a casa a limpiar no más, no es tanto’, y esas dos horas, esa chica deja su familia, sus cosas. Es la doméstica, no la esclava”, resaltó la delegada.

Alejandra, otra empleada doméstica, coincide: “Durante la segunda jornada de derecho sindical, pedí que 10 de los que estaban ahí levanten la mano si tienen a la empleada doméstica en blanco. Éramos cerca de 70 personas. Nadie levantó la mano”.

“Tenés que blanquear a tu empleada doméstica. -Insiste Dora- Y no me vengas con que es difícil. Así como entrás en Internet para reservar el pasaje de avión; así como reservás las cabañas para el fin de semana, o comprás las entradas para ver a Luis Miguel, lo pueden hacer. Mi jefa, paga mis aportes desde Pago mis Cuentas, sentadita en su escritorio, sin ningún tipo de problemas”.

Estando en blanco, los trabajadores de casas particulares, tienen un 55% de descuento en la tarjeta Sube. Esto puede tramitarse con tres meses de aportes al día, en cualquier terminal de la ciudad.

Janet, otra trabajadora doméstica, desde hace 8 años, asegura que mucha gente, no tiene consideración del tiempo y trabajo de las domésticas: “Yo digo, ¿cómo no se dan cuenta que llegan a la casa y tienen todo limpio? Las camas, los baños limpios, la cocina. Llegan además, a ensuciar y a comer ¿Cómo son tan desconsiderados con la empleada doméstica? Yo si tuviese empleada, me daría vergüenza que mi empleada recoja las bombachas, porque me ha pasado. A veces ellos te miran como menos, porque sos la empleada, y ellos son profesionales, pero vos te preguntás al final, qué educación tienen”.

El 3 de abril, día de las trabajadoras domésticas.