Prefectura mantiene la alerta para evitar que las embarcaciones se acerquen a la zona donde se encuentran. Miden cerca de 505 metros de largo y 250 metros de ancho.
USHUAIA.- Personal de la Prefectura Naval Argentina mantiene el operativo de seguridad para proteger la seguridad de los barcos que navegan el Atlántico Sur, luego de un acercamiento a la masa de hielo en la que se pudo establecer que hay siete témpanos flotando sin rumbo, a unos 300 kilómetros en línea recta de la capital fueguina y relativamente cerca de las islas Malvinas, según publicó Infobae.
El iceberg todavía no llegó a ingresar al canal Beagle, sino que flotó frente a la Isla de los Estados. El último viernes el guardacostas GC-189 Prefecto García realizó un patrullaje por la zona donde había sido reportado.
Se detectó que actualmente hay siete bloques de hielo que flotan sin rumbo en las aguas del océano Atlántico Sur, cuyas medidas oscilan entre los 505 metros de longitud y 250 metros de ancho.
El personal de Prefectura monitorea de manera electrónica a través del Sistema Guardacostas, una plataforma tecnológica que cuenta con imágenes satelitales de tipo SAR (Radar de Apertura Sintética, en español), provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
El científico e investigador superior en geología del Conicet en Tierra del Fuego, Jorge Rabassa, reconoció que habría al menos dos posibles explicaciones de la aparición del iceberg en ese lugar. “Lo menos probable es que se trate de un témpano generado por una lengua glaciaria flotante desde los Andes chilenos”, dijo el investigador.
Mientras la otra posibilidad es que, según detalló el experto, “podría ser un témpano originado en un glaciar de la Península Antártica o de las Islas Shetland del Sur, pero implicaría que hayan soplado vientos muy fuertes con orientación oeste-sudoeste”, comentó Rabassa.
“No es raro que aparezcan icebergs en la zona, especialmente en invierno cuando la temperatura del mar es baja. Por el tamaño no es uno de los icebergs que se haya monitoreado. Solo se monitorean los más grandes. Por lo cual, no sabemos de qué parte de la Antártida viene”, reconoció por su parte Lucas Ruiz, doctor en ciencias geológicas e investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), del Conicet en Mendoza.