Erica es actualmente subsecretaria de Inclusión Social de la Municipalidad de Ushuaia y fue convencional constituyente durante el 2022 en la reforma de la Carta Orgánica de Ushuaia, ciudad en la que se afincó con su familia desde sus 3 años.
USHUAIA.- Erica Fossatti, tiene 52 años, cuatro hijos y un compañero con el que convive desde hace 11 años. Forma parte del equipo de la Secretaría de Políticas Sociales, Sanitarias y Derechos Humanos en la gestión del intendente Walter Vuoto.
“Cuando tenía 22 años me acerqué a la política, con Néstor y Cristina, ese fue el gran impulso. Quería un país que tuviera polenta, que creciera. Yo era muy chica y ya tenía mis dos hijos.
Conocía a Walter, que era un pibe que empezaba a pensarse en la política con Matías Rodríguez, comenzaba a soñar, a animarse”.
Y así fue como comenzamos a pensarnos en roles diferentes, pensando qué podíamos hacer nosotros para hacer ese país que queríamos, con mucho ímpetu. En ese momento tenían ya mucha claridad.
Para mí Ana Sparza fue una referente muy importante porque trabajar con ella en Desarrollo Social, ver cómo se desenvolvía, la acompañé mucho tiempo, es lo que me gusta y es para mí un estilo de vida”.
No hay horario, para mí la política a esta edad es un estilo de vida y en mi familia todos estamos involucrados en política. Cada espacio que acepto o encaro, lo hago con el consenso de mi familia, pero todos entendemos que lo hacemos por otro. A veces lo que más pesa es el cansancio, pero no la vida personal porque es un estilo de vida la militancia, no hay forma de separarlo. Mi teléfono es 24×7, yo soy 24×7.
En el área en la que estoy tiene que ver con trabajar con el otro, para el otro, y es muy importante la sensibilidad. Siempre les digo a mis compañeros y compañeras, el día que uno pierde la sensibilidad se tiene que ir a otra área porque nadie viene acá porque le gusta, sino porque le falta algo, viene en busca de contención, de una escucha activa.
Como mujer participo en todas las marchas porque todo lo que sea ampliar derechos es súper importante. Los 8M no son sólo “Ni una menos” sino también es ir ganando espacios en todos los lugares donde estemos, político, sindical, laboral, porque la sociedad sigue siendo machista y siempre nos piden el doble, nos exigen el doble.
El 8M es un día muy particular, no es un día para recibir regalos. Es importante que se entienda que es un día de lucha, de compromiso, de visibilizarnos como mujeres y que no le toque a ninguna compañera más que no pueda marchar porque le arrebataron la vida”.