El vocero de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), Fernando Aguirre, le restó responsabilidad a las cadenas.
BUENOS AIRES.- El vocero de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), Fernando Aguirre, afirmó que “la culpa de la inflación es del Gobierno” y le restó responsabilidad a las cadenas.
En ese sentido, Aguirre remarcó que el público adhiere a esa posición y es por eso que “la campaña Supervacíos fue un fracaso”, en alusión al boicot a supermercados impulsada por asociaciones de consumidores contra la suba de precios.
“Hay una campaña fortísima diciendo que la culpa de la inflación es de los supermercados. La gente no es estúpida: entiende que el supermercado le da un buen servicio y los mejores precios.
De hecho, la campaña Supervacíos fue un fracaso”, precisó en una entrevista publicada por el diario La Nación.
Aguirre señaló que “cuando se remarca en más en un sector, el que sea, no se genera inflación, lo que genera son precios caros. La inflación es el aumento generalizado de todos los precios”.
“Que yo tenga un producto caro no es inflación. Inflación es que algo este mes salga 50, el mes que viene 60 y el siguiente 80. Son dos cosas completamente distintas”, insistió.
El vocero de la CAS sostuvo que el presidente Mauricio Macri “dijo también que está claro que la inflación es un problema macro que depende de las políticas de los gobiernos” y explicó que “si la inflación se va calmando, este tipo de actitudes de remarcar van a ir desapareciendo”.
“Los supermercados no generan inflación”, sostuvo y recordó declaraciones del Presidente cuando dijo “si la inflación en los próximos meses/años no decrece, no es controlada, es culpa mía”.
Aguirre consideró que “Macri tiene razón, porque la responsabilidad de la inflación es de las políticas de los gobiernos, no de los privados”.
“Con este nuevo gobierno estamos trabajando bien. Nos reunimos para ver cómo agregar productos frescos a Precios Cuidados”, detalló.
Por último, se refirió al programa Precios Cuidados y afirmó que se trata de “una herramienta muy limitada en el tiempo”, pero consideró que “hay que apoyarla hasta que la economía realmente se vaya volviendo razonable”.