Svampa: «Las luchas anticapitalistas del siglo XXI están en la defensa de la vida»

En «Del cambio de época al fin de ciclo», la filósofa y ensayista Maristella Svampa analiza los déficits y aciertos de los gobiernos progresistas que se iniciaron en Latinoamérica hace más de una década para contrarrestar las secuelas del neoliberalismo y alentaron políticas como la ampliación de derechos sociales y el crecimiento del rol del Estado, hoy acechadas por el giro conservador que domina la región.

Durante 2003 y 2006, mientras en Europa y los Estados Unidos se expandía el malestar provocado por el rebrote xenófobico y las desigualdades sociales, la expectativa política estuvo depositada en las fuerzas progresistas que gobernaron el continente impulsadas por el boom del precio de commodities como la soja y los minerales, que permitió aumentar el gasto social y facilitó los intercambios regionales.

Con el correr de la década, el capital político de estas gestiones se fue escurriendo a medida que se esmerilaban sus conquistas: el modelo extractivista -centrado en la explotación minera y la ampliación de la matriz petrolera- cosechó objeciones por sus amenazas al medio ambiente, el crecimiento económico se desaceleró o se interrumpió, afloró la corrupción y, finalmente, el personalismo de algunos líderes marcó un viraje hacia el populismo.

 

Los libros rescatados en el atentado a la AMIA, una historia de solidaridad y supervivencia

La académica del IWO, Ester Szwarc, recordó la epopeya que significó el rescate del patrimonio cultural de su institución, que funcionaba en la sede de la AMIA hasta el atentado de 1994, y que unos «800 jóvenes lograron recuperar muchos materiales que ya habían sobrevivido al nazismo y el Holocausto».

El IWO (Instituto Judío de Investigaciones) nació en la ciudad de Vilna en 1925, recordada como la Jerusalén lituana, que concentró gran parte del patrimonio cultural acumulado en lengua idish y fue saqueado por el nazismo, pero que gracias al heroísmo de judíos y no judíos para ocultar algunos de sus materiales logró hacer perdurar en el tiempo documentos y libros que habrían sido material irrecuperable.

El Holocausto y el atentado a la AMIA amenazaron esa herencia, pero «el IWO y gran parte de su patrimonio logró sobrevivir dos veces», explicó Szwarc a Télam en la actual sede del instituto en Buenos Aires.

«El IWO y gran parte de su patrimonio logró sobrevivir dos veces», señaló su directora.