Tania Sandoval se desempeña como empleada administrativa en la Facultad Regional Tierra del Fuego de la UTN. Logró hacer cumbre en el cerro Aconcagua el 24 de enero. “Fue una experiencia increíble”, señaló.
RIO GRANDE.- Luego de haber practicado por algunos años algo de senderismo y caminatas por los diversos paisajes fueguinos, Tania Sandoval de 35 años, se animó a experimentar una escalada de alta montaña e hizo cumbre en el cerro Aconcagua ubicado en Mendoza.
Tania, quien se desempeña como administrativa en Recursos Humanos de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la UTN, logró hacer cumbre en los 6.962 msnm (Metros sobre el nivel del mar) el 24 de enero junto a su compañero Martín.
Tania dijo que “cuando era chica, no me gustaba ir al campo. No soportaba el frío, el viento y esas cosas, pero con el correr de los años comencé a amigarme con algunas cosas de Tierra del Fuego que me llamaban la atención y comencé a salir a hacer caminatas por los distintos lugares que ofrece la provincia”.
Recordó que entre sus primeras experiencias se encuentra el sendero que lleva a la Laguna Esmeralda, “y luego hice otros senderos y comenzaron a gustarme las partes técnicas de lo que implica escalar una montaña”.
Con el paso del tiempo, Tania salió de la provincia y se enfrentó al Lanín que es un estratovolcán considerado activo que tiene una altitud de 3776 metros sobre el nivel del mar. Este volcán está incluido en el Cinturón de Fuego del Pacífico y se encuentra en el departamento Huiliches, en cercanías de la ciudad de Junín de los Andes, provincia del Neuquén.
A fines de 2022 Tania volvió a recibir una propuesta para escalar el Aconcagua, pero esta vez se animó a aceptar el desafío. Así, comenzó una preparación previa que incluyó horas de gimnasio que se centraron en la musculación de piernas.
Finalmente, a principios de 2023, ya decidida, Tania viajó a la ciudad de Mendoza donde se encontró con Martín, un efectivo integrante de la Armada Argentina quien se convertiría en su compañero en la experiencia y que viajó desde la ciudad de Punta Alta.
El comienzo
Llegamos al parque nacional Aconcagua y el 13 de enero comenzamos el ascenso. Comenzamos en Puente del Inca. Después fuimos a Horcones, previo al ingreso. Desde allí nos dirigimos hacia Confluencia (3390 msnm) que es uno de los primeros campamentos previo al ascenso. Desde ese punto se dirigieron hasta Plaza Francia (4000 msnm) que se encuentra en la cara sur del cerro.
Luego de unos días de aclimatarse, la fueguina y el puntaltense subieron al cerro Bonete que se encuentra en el mismo parque y que tiene una altitud de 5050 msnm. “Todas esas actividades se realizan previo al ascenso para aclimatar el organismo y saber cómo reacciona tu cuerpo en esa altura”, explicó Tania.
La siguiente experiencia fue la de dirigirse hasta el campamento Canadá que también se encuentra en los 5050 msnm. Allí dejaron el equipamiento y bajaron. Sin embargo, al otro día debieron volver a Plaza Canadá y se quedaron a pernoctar.
El siguiente paso fue subir hasta el campamento Nido de Cóndores o Nido, tal como se la reconoce. Ese campamento se encuentra en los 5550 msnm. “Allí nos quedamos a dormir”, recordó Tania. “Nuestra idea fue la de comenzar el tramo de ascenso hasta la cumbre desde esa base. Así lo hicimos”.
La salida fue en la madrugada del 24 de enero, de noche. “Salimos de Nido hacia la cumbre a las 02:00. Debimos abrigarnos mucho porque hacía muchísimo frío. Tomamos un té y comenzamos a escalar. Hicimos cumbre a las 17:00 aproximadamente. Llegamos muy tarde”, dijo.
Tania explicó que en el comienzo de la escalada iban a buen ritmo pero luego, en el sector conocido como “La Gran Travesía” y en cercanías de “La Cueva” comenzamos a bajar la intensidad de la escalada pero finalmente hicimos cumbre”, contó Tania con marcada satisfacción.
“En la cumbre, sentí felicidad. Realmente estaba feliz. Casi no lo podía creer. Fue una experiencia hermosa y maravillosa”, manifestó la riograndense.