La firma Tecnomyl, dedicada al desarrollo, producción y comercialización de productos fitosanitarios, organizó un encuentro con estancieros de la provincia, autoridades provinciales, municipales, del INTA e ingenieros agrónomos de distintas provincias, en búsqueda de un “Manejo Ideal” de Hieracium pilosella una maleza que afecta a toda la provincia.
RÍO GRANDE.- La empresa Tecnomyl organizó, días atrás, un encuentro en estancia Sara, donde participaron productores locales, estancieros, dueños de campos, autoridades provinciales, municipales y el INTA, para analizar e intercambiar conocimientos con destacados ingenieros agrónomos de distintas provincias del país, sobre una maleza de aspecto inocente, pero invasora y dañina, que atenta contra la producción local, y la flora y fauna natural de toda la provincia.
En la reunión se escucharon a los productores fueguinos como intercambiaban preocupación, conocimiento y experiencias con los cordobeses Diego López, Martín Asurmendi; los tucumanos Augusto Casmuz y Marcelo de la Vega; el santafesino Juan Dall’Orso y Esteban Bimbi Agüero; los bonaerenses Mario Vigna y Esteban Bilbao, el entrerriano Martín Galli, y productores y asesores Mauro Mortarini, Luis Mogni y Diego Alvarez; más los profesionales de la compañía Tecnomyl: Roberto Parisi, Manuel Dieguez, Mirta López, Laura de La Fuente, Pablo Reyna, Matías Blas y Gustavo Silva encabezados por Ignacio Mocchi.
Respecto a este encuentro, la directora de marketing y estrategia comercial de la empresa Tecnomyl, Mirta López, explicó ante El Sureño que “se convocó a los mejores técnicos malezólogos y también a entomólogos y asesores para conocer nuestra planta en Tierra del Fuego, y para abordar una problemática que tiene la provincia, y creemos que algunos de los mejores técnicos del continente pueden aportar alguna solución”.
“Hay una maleza muy importante en Tierra del Fuego, que se presenta muy invasiva y que año a año se está expandiendo y está poniendo en riesgo la continuidad de la ganadería en la provincia, que representa un rol muy importante en la actividad económica”, indicó López.
“Somos una empresa que está radicada en Río Grande y en nuestra planta de producción proveemos de insumos al agro –destacó la integrante de la empresa Tecnomyl y señaló- nos enteramos de esta problemática, nos comunicó gente de María Behety y nos pusimos a pensar como podíamos aportar en esto”.
“Con las conexiones que tenemos con gran parte de los principales técnicos, muchos de ellos profesionales de las Universidades de Córdoba y la ciudad de Buenos Aires, especialistas y asesores de jerarquía, los convocamos para que vengan a conocer a Tecnomyl en Tierra del Fuego –continuó- sobre todo para abrir un poco la cabeza y generar un debate y aportar algunas ideas y líneas de trabajo para dar solución a esta problemática”.
López opinó que en el encuentro se dio visibilidad a la problemática de la maleza, donde todos formaron parte del debate. “Hasta ahora no hay una solución mágica, pero sí se puede trabajar en distintas líneas de acción que fuimos viendo, ya sea desde probar algunos productos, desarrollar algunos otros que podemos aportar desde Tecnomyl, desde distintos tipos de manejos y tecnologías para las aplicaciones que puedan ayudarnos a superar ciertas adversidades y limitaciones que hay; se planteó una serie de posibilidades y de líneas de trabajo”.
“La solución no es inmediata, pero trabajando de forma integrada con las distintas propuestas de trabajo para el control de esta maleza, en algunos años podríamos, si lo hacemos con continuidad y efectividad, encontrar la solución”, anheló finalmente López.
La maleza denominada “pilosela”
El principal tema abordado en el encuentro realizado en la estancia Sara, refirió a la maleza que se denomina “pilosela” (Hieracium pilosella), que ya se transformó en un problema en el campo de la provincia y en la actualidad no existe una solución concreta.
En el encuentro se indicó que todo comenzó cuando desde Chile, el viento trajo al suelo argentino semillas de pilosela de origen europeo, al ojo inocente pero devastadora para la economía natural ovina y bovina de la provincia fueguina.
Productores de la región buscaron soluciones de control biológico y químico a nivel local y pidieron ayuda a Tecnomyl, quienes sumaron la experiencia de ingenieros agrónomos experimentados, docentes universitarios, biólogos y especialistas para contribuir en esta suerte de “Manejo Ideal” de esta maleza invasora.
Hace 30 años, Enrique Livraghi, de INTA, había alertado de la problemática y fue ignorado. Hoy los campos dejan de producir pastura natural, alimento de ovejas y vacunos, y pone en riesgo el cordero patagónico, para transformarse en tierras improductivas.
Tecnomyl funciona en Río Grande y tiene lazos de unión en todo el país
La planta de Tecnomyl funciona en la zona norte de Río Grande, en la Ruta 3, en el Km 2796, y apuesta por la industria nacional de fitosanitarios y el bienestar del campo argentino. Bajo el lema “Crecemos en la misma Tierra”, la empresa funciona desde hace 24 años y está orientada a dar soluciones de valor para el productor agrícola argentino. Tras una inversión de 30 millones de dólares, emplea a 233 profesionales muchos de los cuales se mudaron desde Capital Federal y Córdoba (y otras) para asentarse en el suelo fueguino.
Tecnomyl desafía a las inclemencias del tiempo apostando en la ampliación de su planta para producir más y transformarse en la empresa que se destaca en la isla. El director de Tecnomyl, Ignacio Mocchi expresó que “apostamos a que la industria nacional de fitosanitarios siga creciendo y compita mundialmente. Buscamos conseguir la mejor tecnología para destacarnos y ofrecer las mejores formulaciones para el bienestar del campo argentino, dando trabajo a argentinos y argentinas como también invirtiendo en el país”.