RIO GRANDE.- El presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios, Pascual Lombardo, dijo que “tenemos una suerte de caja de ahorro de 9 millones de pesos”, al hablar del nivel de deuda que el Gobierno de la Provincia mantiene con esa institución en concepto del aporte que por ley debe hacer, tras la deducción del aporte de Ingresos Brutos que efectúa la actividad empresaria y comercial.
Lombardo indicó que si bien “no pasamos necesidades, podríamos estar mejor” y que gracias al aporte voluntario que hacen los vecinos, más los recursos que gira el Municipio, que casi se ha puesto al día, se pueden pagar los costos diarios de funcionamiento y, además, volcar recursos para la capacitación de integrantes del cuerpo activo, en la ciudad de Buenos Aires.
Sobre el estado de la deuda por el aporte que obliga la ley, Pascual Lombardo dijo que el último pago correspondió a enero de 2014 y que el mes pasado se pagaron cuotas de una deuda que data del año 2012 y que fue establecido en un convenio firmado el año pasado.
Al hablar de la situación de la institución, sobre el equipamiento expresó que “tenemos todo lo necesario”, pero que sin embargo deberán hacer una inversión en cuanto a la renovación de las unidades, porque tienen un tiempo de vencimiento.
“No deberíamos tener necesidades, pero le vamos poniendo el pecho a las balas y seguimos para adelante”, dijo Pascual Lombardo.
Falta información
El Presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios volvió a poner el eje en los problemas que deben enfrentar los servidores públicos a la hora de asistir a una emergencia, sobre todo cuando hay desconocimiento de qué grado de peligrosidad existe en el lugar o el vehículo afectado por algún siniestro.
“Con la Municipalidad se ha podido trabajar mucho sobre este tema, pero falta una mayor colaboración de las empresas privadas para poder perfeccionar una base de datos y saber a que riesgo se pueden enfrentar nuestros hombres y mujeres”, dijo Lombardo.
El representante de los Bomberos Voluntarios, señaló que hace poco, en la ruta 3, hubo que asistir al vuelco de un camión que transportaba cargas peligrosas y, además víveres, algo que debería estar totalmente prohibido, por normas de seguridad. Y así, también ocurre en casos en que acuden a viviendas que no cuentan con el servicio de gas por red y dónde se desconoce el número de garrafas que tienen instaladas.