Más de 1.300 personas murieron y miles resultaron heridas el lunes por un terremoto que sacudió el centro de Turquía y el noroeste de Siria, derrumbando bloques de apartamentos y sembrando más destrucción en ciudades sirias ya devastadas por años de guerra.
ADANA, TURQUÍA/DAMASCO (REUTERS).- El sismo de magnitud 7,8 que se produjo en la oscuridad de una mañana de invierno, fue el peor que sacudió Turquía en lo que va de siglo. También se sintió en Chipre y Líbano.
Posteriormente, un segundo terremoto de magnitud 7,6 sacudió el lunes la región de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) del país. Se produjo a una profundidad de 7 km, dijo AFAD, añadiendo que el epicentro del terremoto fue la región de Elbistan de la provincia de Kahramanmaras.
Los equipos de rescate sacaron de entre los escombros a heridos en condiciones invernales extremas en toda la región.
«Nos sacudió como si fuera una cuna. Éramos nueve en casa. Dos hijos míos siguen entre los escombros, aún los estoy esperando», dijo una mujer con un brazo roto y heridas en la cara, hablando en una ambulancia cerca de los restos de un bloque de siete plantas donde vivía, en Diyarbakir, en el sureste de Turquía.
«Nunca había sentido nada parecido en los 40 años de mi vida», dijo Erdem, un residente de la ciudad turca de Gaziantep, cerca del epicentro del seísmo, que prefirió no dar su apellido.
«Nos sacudió al menos tres veces con mucha fuerza».
El vicepresidente turco Tayyip Erdogan, dijo que 912 personas habían muerto, 5.383 habían resultado heridas y 2.818 edificios se habían derrumbado. Erdogan dijo que no podía predecir cuánto aumentaría la cifra de muertos mientras continuaban las labores de búsqueda y rescate.
En Siria, ya devastada por más de 11 años de guerra civil, el Ministerio de Sanidad dijo que más de 326 personas habían muerto y 1.042 habían resultado heridas. En el noroeste de Siria, controlado por los rebeldes, los equipos de rescate dijeron que habían muerto 147 personas.
En Diyarbakir, los periodistas de Reuters vieron a decenas de efectivos de rescate que buscaban supervivientes entre un montón de escombros, lo único que quedaba de un gran edificio. De vez en cuando levantaban las manos y pedían silencio, en busca de señales de vida. Unos hombres sacaron a una niña envuelta en mantas de un edificio derrumbado de la ciudad.
«Nos despertamos con un gran ruido y fuertes sacudidas. Hubo dos réplicas justo después», dijo Meryem, de 29 años, de la ciudad de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, cerca del epicentro.
En Siria, el presidente Bashar al-Assad celebró una reunión de emergencia de su gabinete para examinar los daños y debatir los pasos a seguir, según informó su oficina.
Habitantes de Damasco y de las ciudades libanesas de Beirut y Trípoli salieron corriendo a la calle y se subieron a sus coches para alejarse de los edificios en caso de que se derrumbaran, según testigos.
Totalmente destruida
En la ciudad siria de Alepo, muy dañada durante la guerra, el director de sanidad, Ziad Hage Taha, dijo a Reuters que los heridos «llegaban en oleadas».
La televisión estatal siria mostró imágenes de equipos de rescate buscando supervivientes bajo una intensa lluvia y aguanieve. Los equipos de rescate en las zonas de Siria controladas por los rebeldes informaron de grandes daños.
En la ciudad fronteriza de Azaz, en manos de la oposición, un trabajador de emergencias sacó a un niño de un edificio dañado.
Otro grupo transportó un cadáver envuelto en una sábana blanca mientras una grúa retiraba losas de hormigón, según un testigo de Reuters.
«Decenas de edificios se han derrumbado en la ciudad de Salqin», dijo un miembro de la organización de rescate Cascos Blancos en un vídeo en Twitter, refiriéndose a otra ciudad a unos 5 kilómetros de la frontera turca.