RÍO GRANDE.- El domingo, en la cancha del Barrio YPF, la instancia provincial de los Juegos Evita llegó a su fin y el fútbol ya tiene sus cuatro campeones para disputar, en Mar del Plata, la competición nacional: Escuela Municipal de Ushuaia, Escuela Argentina de Río Grande (Sub-14 y Sub-16 respectivamente, en la rama femenina) y Los Cuervos del Fin del Mundo, también de la capital fueguina, que se impuso en ambas categorías en el fútbol masculino.
En primera instancia, Escuela Municipal de Ushuaia se impuso a su homónimo de Río Grande en la tanda de penales, tras el 0-0 en los 40 minutos reglamentarios (se jugaron dos tiempos de 20).
A continuación, también en la modalidad fútbol 7 femenino, Escuela Argentina venció por 1 a 0 a Escuela Municipal de la capital fueguina, con un gol de Andrea Lancino a los tres minutos del primer tiempo.
Al turno de la categoría masculina, Los Cuervos le dio vuelta el encuentro a Progreso y se impuso por 2 a 1 en el Sub-14. El conjunto riograndense se puso al frente con un tanto de tiro libre de Damián Gamboa, pero el Azulgrana aprovechó mejor el incesante viento que marcó la jornada y se consagró con un doblete de Mateo Casanova.
Por último, en el Sub-16 de la rama masculina, JUF tampoco pudo con Los Cuervos en los penales, 6 a 5, tras la igualdad en un tanto, en tiempo reglamentario (30 minutos por tiempo), con goles de Martín Águila (para el elenco de Río Grande) y Víctor Girotti para los ushuaienses.
Gol de otro partido
En la final del Sub-16 femenino, Escuela Argentina selló la victoria con un gol de otro partido, que se dio al comienzo del encuentro: la arquera de Escuela Municipal, Daiana Maicheo, salió a cortar una pelota fuera de su área y la jugadora local, Andrea Lancino, no dudó en patear desde la mitad de la cancha en el rebote, cuyo disparo terminó ingresando con lo justo en la parte alta del arco pese a la estirada de la propia Maicheo.
El tanto modificó cualquier plan previsto y Escuela Municipal intentó tomar las riendas, con mayor posesión aunque sin tanta claridad para acercarse al arco defendido por Rocío Moreira.
Las ushuaienses concentraron el ataque por el sector derecho con Solange Vargas y Agustina Aravena, aunque lo más destacado fue un disparo de larga distancia ejecutado por Nicole Agüero que pasó al lado de la base de uno de los postes del arco rival.
Escuela Municipal dispuso mayor presión para la segunda parte y se mostró más adelantado que Escuela Argentina, que defendió con firmeza e intentó contragolpear con la presencia de Soraya Aguirre, ubicada como única delantera.
Entre las jugadas más interesantes sobresalió una pared entre Tamara Domínguez y Agüero, quien comandó desde el mediocampo a su equipo.
Pese a las intenciones del equipo visitante, Escuela Argentina resistió y se quedó con el triunfo.
El viento, protagonista
En sólo cinco minutos Los Cuervos del Fin del Mundo revirtió la derrota parcial frente a Progreso y obtuvo la victoria de la mano de un inspirado Mateo Casanova, quien en el segundo tiempo marcó un golazo de tiro libre y luego conectó en el área un centro de Joaquín Pradena para darle al Azulgrana el 2-1 en la final del Sub-14 masculino.
El viento resultó un factor decisivo en el cotejo y Progreso, que lo tuvo a su favor en el primer tiempo, tuvo situaciones concretas, primero con un zurdazo de Demian Rivarolo y, después, a través de un tiro libre de Bruno Hirsig que golpeó el travesaño de la visita. También, antes, el árbitro José González
Pero la apertura llegó a los 22 minutos: el defensor local Damián Gamboa se encargó de un tiro libre sobre el lateral izquierdo del mediocampo, el envío tomó potencia con el envión del viento y la pelota superó el esfuerzo del arquero Enzo Morga.
La diferencia parcial resultó exigua porque el segundo tiempo contó con la iniciativa persistente de Los Cuervos, que tras un aviso de Mateo Casanova, el propio jugador marcó la igualdad en un tiro libre desde la medialuna del área rival, a los 19 minutos.
La notable ejecución del volante central ushuaiense significó una motivación extra para los visitantes, que al igual que Progreso apostaron por el juego al ras del piso y contaron con el revulsivo Joaquín Pradena en la faz ofensiva.
Precisamente, Pradena recorrió el sector derecho cercano al área de Progreso, sacó un centro rasante y conectó Casanova, en un arribo sorpresivo, para darle el triunfo parcial a su equipo.
De ahí en más, la obligación recayó en Progreso, que trató de cambiar retornar al empate por medio de la pelota parada y algunos centros. De hecho, un jugador de Los Cuervos socorrió con lo justo uno de esos envíos, cuando la pelota picó en el área y no encontró destinatario.
El festejo quedó en manos del conjunto ushuaiense, que reaccionó a tiempo, aprovechó la segunda parte y terminó como ganador en la etapa provincial.