Se cumplen 90 días del conflicto del abandono de la planta de los responsables de Digital Fueguina en la ciudad de Río Grande. Los trabajadores continúan aguardando por una solución para poder percibir los cuatro meses de haberes que se les adeuda y continuar con su fuente laboral.
RIO GRANDE.- Delegados de la empresa indicaron que “la situación es igual que el día uno, muchas promesas de que vamos a volver a trabajar, que hay interesados en la planta y la realidad es que estamos en la misma situación, no hay novedades claras de nada. Muchas promesas, pero nosotros no tenemos nada”, indicó uno de los delegados de Digital en diálogo con Radio Fueguina.
Los trabajadores reconocen la ayuda brindada por el municipio, quienes les otorga el bolsón alimentario y subsidios por parte de la provincia, “pero la realidad es que no alcanza, tenemos deudas y necesitamos volver a trabajar, poder volver a llevar nuestros salarios a nuestras casas, poder hacernos cargo de nuestras responsabilidades y de esta manera, no lo estamos pudiendo hacer”.
Explicaron que continúan, desde hace tres meses, garantizando el resguardo de la planta y las maquinarias y materiales que fueron abandonados por los empresarios.
Por otro lado, y ante la falta de respuestas, los trabajadores de Digital Fueguina y Tecnosur, resolvieron convocar a una concentración para este jueves en horas del mediodía sobre las avenidas Belgrano y San Martín. “Queremos mostrar a la sociedad que todavía estamos igual que en un principio, sin nada concreto para nosotros”. Asimismo, agregó que “sabemos que esto (concentración) va a generar un malestar para la sociedad, pero pedimos que nos sepan entender, que no tenemos alternativa, no sabemos ya qué hacer”.
Aclararon que la propuesta surgida en forma conjunta con la empresa Newsan aún no se logra poner en marcha debido a que “las partes no se logran poner de acuerdo. Lo cierto, es que el único trabajo es la minipanadería que tenemos, pero es muy para salir del paso. Cada vez somos menos, hay compañeros que están consiguiendo algún otro trabajo, alguna changa y cada vez somos menos en la planta que estamos manteniendo esto y se hace cada vez más difícil”.
Finalmente indicó que “ver a los compañeros con la cabeza gacha, nos da mucha tristeza, es mucha incertidumbre la que tenemos. Hasta hace cuatro meses éramos todos compañeros, somos prácticamente una familia con todos los que estamos llevando adelante esta lucha y es duro y difícil”.