El laboratorio de la Junta de Seguridad del Transporte y la Dirección Nacional de Investigación en Sucesos Aeronáuticos (Dnisae) realizarán la transcripción de la grabación, pruebas y análisis de filtrado de los audios, este contenido será analizado y será utilizado en la confección del informe final del suceso.
BUENOS AIRES (Télam).- La Junta de Seguridad en el Transporte (JST) recibió los resultados de la caja negra de la aeronave Learjet LJ35A, matrícula LV-BPA, que se accidentó en el aeropuerto de Río Grande el 1 de julio de 2022 ocasionando la muerte de sus cuatro ocupantes y ahora iniciará el procedimiento para la elaboración del informe definitivo de lo sucedido, según informó el organismo dependiente del Ministerio de Transporte en un comunicado.
El documento, al cual accedió Télam, señala que “la JST recibió de manera digitalizada y encriptada la información contenida en el CVR (comúnmente denominada caja negra) de la aeronave LV-BPA. La lectura y análisis del CVR estuvo a cargo de la National Transportation Safety Board (NTSB), de los Estados Unidos, que, en su laboratorio, realizó la apertura del dispositivo, procedió al desmonte del registro y la bajada del audio en cuatro canales”.
Señala además el documento, que “ahora el laboratorio de la JST y la Dirección Nacional de Investigación en Sucesos Aeronáuticos (Dnisae) realizarán la transcripción de la grabación, pruebas y análisis de filtrado de los audios, este contenido será analizado por los técnicos con el fin de formar parte de la investigación y será utilizado en la confección del informe final del suceso. También se coordinará con el Juzgado Federal de Río Grande, Tierra del Fuego, para que acceda a la información para la causa que está llevando adelante”.
La JST destaca que el equipo CVR “recibió gran cantidad de daño por fuego, sumado a que se trata de un registrador antiguo. Por lo que, luego de un primer análisis y ante la imposibilidad de los proveedores locales de intervenir un equipo con este nivel de daño, la JST decidió enviar el equipo a la NTSB”, a los Estados Unidos.
Agrega que, por otra parte, se cumplieron con todos los pasos administrativos propios de este tipo de procedimiento y que “todo se realizó dentro de los tiempos establecidos”, y que incluso “se logró contar con el resultado antes de lo previsto”.
Respecto a algunas críticas realizadas sobre las presuntas demoras en la investigación que se debían a la responsabilidad de la JST en este trámite, aclararon desde ese organismo que su misión “es contribuir a la seguridad en el transporte a través de la investigación de accidentes y la emisión de recomendaciones” y que “los informes finales de la JST no tienen como objetivo la determinación de la culpa o dolo a nivel penal ni la responsabilidad civil del accidente o incidente”.
También aclararon en el comunicado que “el Área de Información a Víctimas de Accidentes y sus Familiares (IVAF) de la JST cuyo objetivo principal es establecer un canal de comunicación entre la JST y las víctimas de accidentes y sus familiares, se encuentra en contacto con los familiares de las cuatro víctimas del suceso desde el día posterior al mismo”.
Finaliza indicando que, “desde la JST, lamentamos y nos solidarizamos, una vez más, con los familiares de las víctimas, a quienes seguiremos acompañando a lo largo de todo el proceso conforme a la ley. La JST seguirá informándoles acerca del avance de la investigación, las conclusiones finales y las recomendaciones emitidas”.
El avión, un Lear 35A, cayó a tierra a poco de despegar desde el aeropuerto de Río Grande, el 1 de julio de 2022. El impacto derivó en una gran explosión que pudo ser oída en distintos sectores de la ciudad y sus cuatro ocupantes fallecieron en el acto.
Las víctimas fueron identificadas como Claudio Canelo (comandante), Héctor Vittore (copiloto), Diego Ciolfi (médico) y Denise Torres García (enfermera).