Tras casi diez años, Lucía Puenzo vuelve al cine con una historia de abusos sexuales en México

Estará desde este jueves solo en una sala de Buenos Aires, aunque a partir del viernes se podrá ver a través de Prime Video. La historia está tomada de hechos reales sobre incidentes en el equipo olímpico de clavadismo mexicano en 2004.

“La caída”, nueva película de Lucía Puenzo casi tras diez años, estará desde de este jueves solo en una sala de Buenos Aires, aunque a partir del viernes se podrá ver a través de Prime Video narrando la historia basada en hechos reales, sobre abusos en el equipo olímpico de clavadismo mexicano en 2004.

Fue casi una década la que Puenzo estuvo fuera de la pantalla grande, cuando estrenó “Wakolda”, tras lo cual trabajó en las series “Cromo”, “Señorita 89” y “La jauría”. Su regreso fue un poco a pedido de la actriz y productora mexicana Karla Souza, quien la convocó para escribir y dirigir el filme que Souza decidió protagonizar.

Según declaró la intérprete, ella investigó el mundo de los abusos en el clavadimo y para el papel entrenó tres años en esta disciplina olímpica, lo cual le da una verosimilitud impactante al papel que debe jugar delante de cámara.

La historia se centra en los meses anteriores a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cuando la madre de una competidora de 14 años, recién llamada al equipo olímpico mexicano, denuncia al entrenador Braulio (Hernán Mendoza) de abusar sexualmente de su hija. La adolescente niega rotundamente esto y asegura que es un malentendido de su madre. El entrenador y la cúpula de la federación rechazan, también, las acusaciones.

No hay más testigos y Mariel (Souza), la estrella ya veterana del equipo apoya de manera leal a su mentor. Sin embargo, hay algo que se rompe en su mirada y de lo que podría ser un thriller se transforma en una historia de superación, denuncias y de lo que se esconde detrás del velo de la manipulación.

A cada paso, Puenzo le da una pequeña vuelta de tuerca para alejar la película de lugares conocidos para adentrarse en el cerebro de Mariel y, así, entender el de la adolescente Nadia.

La trama sirve para recorrer la psiquis de los atletas de alto rendimiento que viven bajo la manipulación y las ambiciones familiares y del ambiente, que, como corolario, hacen la vista gorda y dan vía libre a los abusos psicológicos y sexuales del exitoso entrenador.

Con una fotografía excepcional en la cámara de Nicolás Puenzo, quien aprovecha el recurso del agua para “ahogar” a sus personajes, la película se puede ver en pantalla grande en el Patio Bullrich y, desde mañana, en Prime Video.

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