Francisco Ibarrola, un niño riograndense de tres años, recibió un trasplante de médula en la Fundación Favaloro de Buenos Aires. Fue un día muy esperado por su familia, que por cinco meses aguardó que apareciera el donante compatible en nuestro país. Pero la esperanza llegó desde Alemania: una historia para concientizar acerca de lo importante de donar médula, un procedimiento sencillo y rápido, que permite dar vida, en vida.
RÍO GRANDE.- Francisco, el niño que unió a la sociedad riograndense en oración, y que recibió ayer el esperado trasplante de médula ósea, comienza a recuperarse en la Fundación Favaloro mientras se inician días decisivos para saber en dos o tres semanas si las células que recibió sanarán su médula dañada.
Para sus padres, la posibilidad de comunicar las novedades, implica también la necesidad de hablar acerca de la donación de médula, un procedimiento tan sencillo como muchas veces desconocido, y que salva vidas.
Es el caso de Francisco Ibarrola, el pequeño riograndense de 3 años que fue diagnosticado hace menos de un año con leucemia y hace 9 meses se encuentra derivado en Buenos Aires junto a sus padres y sus dos hermanos.
Después de un largo tratamiento ayer llegó el ansiado trasplante de médula. Mientras tanto, desde Río Grande, las cadenas de oración se multiplicaron en redes sociales y entre los amigos de la familia para pedir por la rápida recuperación del pequeño.
Su papá, Fernando Ibarrola, contó en Info3 Noticias que “el proceso comenzó en septiembre del año pasado, llevamos nueve meses de tratamiento”.
Fue en diciembre de 2016, cuando se detectaron ciertos valores de la enfermedad que no eran buenos, y los médicos les informaron que necesitaría un trasplante de médula ósea, a esa instancia llegaron recién el jueves de esta semana. Fueron cinco meses de espera, por la dificultad de encontrar un donante compatible, que no se encontró en Argentina.
“Se trata de un procedimiento que se realiza mediante una transfusión de sangre, mediante un suero que pasa a la sangre de mi hijo y son células de una médula sana y con el tratamiento se elimina la médula enferma”, explicó Fernando.
El papá contó además que “Francisco está muy bien, después de la transfusión que durmió un poquito se despertó enseguida y normal, mirando la tele o jugando con la tablet, fue rápida la recuperación”.
Ahora lo que siguen son los días decisivos para saber si el trasplante fue exitoso. “Hay que esperar que esta médula sana arranque en su cuerpo que sería en dos o tres semanas, y ahí se podría decir que todo fue un éxito. Estamos en una etapa importante a la que es difícil llegar”, explicó.
De hecho llegar al trasplante fue difícil en el caso de Francisco, como ocurre en muchos otros casos, porque se necesita llegar al donante ideal.
Para su familia, la idea de dar a conocer el caso también implica la necesidad de crear conciencia. “Sería bueno que se difunda más en nuestro país, más que nada porque el donante que se consiguió fue de Alemania, después de esperar cinco meses, porque cuando no tenés un pariente compatible idéntico que la posibilidad más cercana es un hermano, tenés que buscar en una base de datos mundial”.
“Sería bueno que esto se difunda acá porque no es difícil, cuando alguien te habla de médula piensa que te van a pinchar la espalda, por desconocimiento, y no tiene nada que ver con eso; es solamente una pequeña donación de sangre que entra en una base de datos a nivel nacional y mundial, con algo tan simple le podes salvar la vida a una persona”, detalló Fernando.
Donar médula. Según explica el Incucai en su página oficial, para efectuar el trasplante de CPH, en una primera etapa, al paciente se le destruyen las células enfermas mediante tratamientos que combinan quimioterapia y/o radioterapia. A continuación, se infunden al paciente las células extraídas del donante. Finalmente, éstas reemplazarán a las células madres enfermas y comenzarán a producir células sanguíneas propias en un plazo relativamente corto.
«Cada año a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficit inmunológicos».
Si bien siempre la primera opción es hallar un donante dentro del grupo familiar (los hermanos son los mejores donantes para un paciente que necesita un trasplante de CPH, debido a las características hereditarias del sistema mayor de histocompatibilidad humano), especialistas aseguran que sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tienen la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, con lo que el resto queda sin acceso a esta práctica terapéutica.
En esos casos se recurre a la búsqueda de un donante para realizar un trasplante no emparentado, y para eso se recurre a los registros de donantes voluntarios. Y de ahí la importancia que cobra el hecho de que estos bancos cuenten con la mayor cantidad posible de donantes (claramente, cuanto más abundante sea el banco, más chances habrá de hallar compatibilidades).
El Registro Nacional de Donantes de CPH argentino, creado por la Ley 25.392, funciona dentro del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) y forma parte de la Red internacional Bone Marrow Donors Worldwide (BMDW), que agrupa registros de más de 40 países.
El paso a paso para ser donante. El proceso para registrarse como donante de médula ósea es muy sencillo y la donación en sí no deja ningún tipo de secuelas al donante. Sólo (como si fuera poco) le queda el antecedente de haber ayudado a salvar una vida.
Una extracción de sangre basta para quedar registrado en el registro nacional de donantes.
Para que la donación sea efectiva, es necesario que el paciente y el donante tengan una compatibilidad del 100%. Esto sólo ocurre en uno de cada 40 mil casos. Para ser donante se requiere estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos. Además, la persona no debe tener enfermedades transmisibles por sangre; no haber sido sometido en el último año a cirugías, estudios invasivos (como endoscopías o colonoscopías), tatuajes, piercings y acupuntura; no haber tenido relaciones sexuales de riesgo; no haber tenido fiebre, diarreas, ni vómitos, en los últimos 10 días; y no consumir drogas.
Quien cumpla con esos requisitos, puede acercarse a los centros de donantes en todo el país, llenar un formulario de inscripción y una ficha médica, y firmar el consentimiento informado por el cual autoriza a que se le efectúe una extracción de sangre para estudios de marcadores genéticos ABO-HLA y serológicos, a fin de poder incorporarse al registro.
Dónde donar. En Tierra del Fuego los centros de Hemoterapia ubicados en los hospitales se encargan de realizar los procedimientos.
Hospital Regional Ushuaia: 12 de Octubre 65. Tel: 02901 44-1039. Horario: Lunes a viernes de 8:30 a 10:00 horas
Hospital Regional Río Grande: Belgrano 350. Tel 43-0003 int. 198. Horario: Lunes a viernes de 8:00 a 12:00.