ESTADOS UNIDOS (AFP-NA).- Sam Rockwell coronó el primer Óscar de la noche, que este domingo cierra una temporada de premios sacudida por los escándalos sexuales en Hollywood.
Rockwell ganó en la categoría de mejor actor de reparto por su aclamado papel de un policía racista y violento en el drama «Tres anuncios por un crimen».
«Me gustaría agradecer a la Academia, nunca pensé que diría esas palabras», dijo el actor al recibir la estatuilla.
«Las horas más oscuras» ganó mejor maquillaje y «El hilo fantasma», vestuario, mientras que «Icarus» ganó mejor documental.
El comediante Jimmy Kimmel abrió el show, como se esperaba, haciendo referencia a los escándalos sexuales y en especial a Harvey Weinstein, acusado de acoso y abuso por un centenar de mujeres y expulsado de la Academia del cine de Estados Unidos.
«No podemos dejar que el mal comportamiento pase desapercibido nunca más. El mundo nos está mirando. Necesitamos dar un ejemplo», dijo Kimmell.
«Si tenemos éxito aquí, si podemos trabajar juntos para detener el acoso sexual, si podemos hacer eso, las mujeres solo tendrían que lidiar con el acoso en cualquier otro lugar al que vayan».
El Óscar ya encaró en el pasado fuertes críticas por falta de diversidad racial y de género.
Los escándalos dieron vida a los movimientos #MeToo y Times Up, que además protestan por la inequidad de género en la industria, evidente en el hecho de que solo cinco mujeres han sido nominadas en las categorías de dirección -la debutante Greta Gerwig («Lady Bird») es la única este año- y que Rachel Morrison («Mudbound») sea la primera nominada en dirección de fotografía en la historia.